De acuerdo con las encuestas llevadas a cabo por la comisión nacional de encuestas de Morena y las casas encuestadoras De las Heras Demotecnia y Enkoll y dadas a conocer por la próxima presidenta de México, Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, el pasado 17 de junio, un 80 por ciento de las y los mexicanos consideramos necesario una reforma al poder judicial, mientras que sólo una minoría, muy menor, del 13 por ciento no lo considera necesario, es decir, ese 13 por ciento está contento con la forma en la que opera actualmente el poder judicial en nuestro país.
Cabe señalar que durante todo este sexenio se invitó a la cúpula del poder judicial a reformarse ellos mismos, pero se negaron a hacerlo. El anterior presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar, intentó algunas reformas, pero la resistencia al interior del poder judicial fue muy grande. Luego de que en febrero de este año el poder ejecutivo presentó la iniciativa de reforma, se organizaron foros que fueron despreciados por la cúpula del poder judicial. Sin embargo, todo cambió con los resultados del pasado proceso electoral ante el arrollador triunfo de Morena y aliados.
Con mayoría calificada en la cámara de diputados, mayoría en 27 congresos estatales y a únicamente tres senadores de obtener la mayoría calificada en el senado, es muy probable que sea aprobada la reforma al poder judicial, con o sin consentimiento de la actual cúpula. Con estas mayorías es muy probable poder hacer cambios constitucionales, al menos durante los siguientes tres años. Esa fue la solicitud de Morena y aliados al electorado, el llamado “Plan C”, el dar a la coalición “seguiremos haciendo historia” no sólo la presidencia de la república sino también la mayoría necesaria en los congresos y en el senado para poder modificar la constitución y revertir los daños ocasionados por los 495 cambios constitucionales llevados a cabo durante la larga noche del neoliberalismo en nuestro país, noche que duró seis sexenios, es decir, 36 años. Y el electorado votó a favor de la concreción de este Plan C.
Lo anterior explica porque, a diferencia de febrero-marzo, en esta ocasión la cúpula del poder judicial se vio obligada a dar la cara y a participar, a regañadientes, en los Diálogos Nacionales sobre la Reforma Constitucional al Poder Judicial, los que se están llevando a cabo en la modalidad de parlamento “abierto”. No nos podemos perder tan interesante debate, sobre todo los que estamos a favor de la reforma.