El pasado 27 de junio comenzaron en la cámara de diputados, los “diálogos nacionales para la reforma del poder judicial”, convocados por el congreso de la unión. Estos diálogos comenzaron con dos preguntas muy relevantes: ¿qué poder judicial tenemos? y ¿qué poder judicial queremos? A partir de esa fecha se ha seguido con foros temáticos en Jalisco, Estado de México, Toluca, Chiapas y Veracruz y hay otros ya programados en Puebla, Ciudad de México, Coahuila y Sinaloa, en donde, el 8 de agosto, terminarían estos foros que forman parte de un parlamento abierto.
A contracorriente, el poder judicial ha convocado a sus propios foros en donde se hablan y se escuchan a sí mismos, menospreciando al 80 por ciento de la población que queremos una reforma del poder judicial.
Totalmente desfasada en el tiempo y en el espacio, la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña, el pasado 8 de julio le pidió “diálogo” al Presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y a la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo. Un diálogo al que se había negado permanentemente Norma Piña desde que asumió la presidencia de la SCJN, en enero de 2023. Ya con un proceso iniciado por el poder legislativo, es totalmente obsoleto que Piña se dirija a los actual y futuro poder ejecutivo.
En el actual parlamento abierto ya han participado no sólo integrantes de la SCJN sino muchos jueces, magistrados y otros integrantes del poder judicial, es ahí donde se debe llevar a cabo un diálogo público y transparente. Es ahí en donde se deben contrastar las ideas, no en lo oscurito, como se hacía antes, no en conciliábulos entre las cúpulas de los tres poderes de la unión para negociar entre ellas.
Al mismo tiempo, Morena ha organizado, en todo el país, una serie de foros para dar a conocer la propuesta de reforma al poder judicial. Estos foros son abiertos, por lo que cualquier integrante del poder judicial puede participar en ellos. Así que para nada están excluidos del debate los integrantes del poder judicial.
Lo que si no es aceptable, es la posición de la cúpula del poder judicial, la que pretende un supuesto diálogo entre “expertos”, entre “especialistas”, entre ellos mismos, cuando todos tenemos derecho a opinar sobre el funcionamiento del poder judicial, por la sencilla razón de que muchos hemos sido víctimas del mal funcionamiento y de la corrupción de dicho poder y por lo tanto tenemos mucho que decir al respecto.
Académico de la UAQ. anbapu05@yahoo.com.mx