De acuerdo con la Real Academia de la Lengua Española (RAE), la palabra imaginario tiene siete diferentes acepciones.

“Imagen simbólica a partir de la que se desarrolla una representación mental”, “Repertorio de elementos simbólicos y conceptuales de un autor, una escuela o una tradición”, son dos de los significados que tiene o se le pueden atribuir a la palabra.

Tanto en la producción audiovisual como en las teorías relacionadas con la cognición y la Psicología, el imaginario o los imaginarios –en plural- son elementos que se mencionan o utilizan con frecuencia.

La Comunicación Pública, en la cual intervienen o se mezclan el Periodismo, los medios de comunicación de masas y las narrativas, también está impregnada de imaginarios.

Corrupción, bienestar, transformación, son palabras asociadas al discurso de la autoproclamada “Cuarta Transformación”. Cada una va acompañada de un imaginario.

Seguridad –pública-, mercado, institución, ley, equilibrio, incluyen algunos imaginarios asociados a la democracia liberal que busca prevalecer en zonas tanto del país como en el mundo. La oposición política en México tiene, en su léxico, la “defensa” de estas palabras.

Sin embargo, los datos y los hechos provocan que algunos “elementos simbólicos” de los imaginarios en la Comunicación Pública no se sostengan, se derrumben o la población deje de considerarlos creíbles.

Un ejemplo corresponde al imaginario asociado con la frase “Querétaro seguro”. Estadísticas y datos oficiales muestran que la entidad gobernada históricamente por el PRI y el PAN tiene una de las mayores tasas de incidencia delictiva en años recientes.

Una muestra: el homicidio doloso “con arma de fuego”, modalidad del delito de homicidio, ha crecido más en Querétaro que en Michoacán, Tamaulipas o el promedio nacional, de 2022 a 2024, de acuerdo con cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP).

Al revisar los periodos de enero a septiembre en ambos años, el homicidio doloso “con arma de fuego” aumentó 19.64% en Querétaro, al pasar de 56 a 67 homicidios bajo esta modalidad según los registros oficiales.

En Hidalgo el incremento fue del 8.4%, en Tamaulipas no sobrepasó el 14%, mientras que en Michoacán disminuyó 56%. Las cifras nacionales registran un aumento del 1%.

La frase “combate a la corrupción”, que gusta utilizarse al mínimo pretexto por políticos de Morena y la llamada “4T”, tiende a derrumbarse o no sostenerse en el imaginario de las personas, cuando se conocen hechos y cifras de casos ocurridos desde diciembre 2018.

Investigaciones periodísticas documentaron que durante el sexenio del expresidente López Obrador, en Segalmex (Seguridad Alimentaria Mexicana) se entregaron “convenios multimillonarios irregulares a personajes ligados al partido Movimiento Ciudadano”, hubo “extravío de estados financieros” y “otorgamiento de contratos a empresas fachada” que están vinculadas al ramo inmobiliario.

El encargado de Segalmex era Ignacio Ovalle Fernández, personaje con pasado asociado a Raúl Salinas de Gortari. El escándalo de Conasupo a inicios de los noventas (siglo XX), donde también hubo corrupción en el ejercicio del recurso público y polémica.

En el plano internacional, el imaginario de la palabra “genocidio” adquiere un nuevo elemento: Israel. Contrario a la narrativa de “defensa”, “democracia” y todo respeto por la vida humano, el ejército de ese país, el primer ministro Netanyahu –con orden de captura internacional por crímenes de guerra- y Estados Unidos cómplice han asesinado a más de 45 mil palestinas y palestinos desde octubre 2023. Genocidio es lo que hace Israel, por encima del imaginario sobre régimen nazi u otros episodios de la Historia.

Periodista y profesor de la UAQ

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