Una equivocación y la falta de lectura del documento base para la votación en el pleno de la Cámara de Diputados, durante la sesión del miércoles 20 de noviembre de 2024, abren la puerta para fortalecer la defensa del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales (INAI), uno de los siete órganos constitucionales autónomos que las bancadas de Morena, PT y PVEM buscan extinguir.

El Derecho de Acceso a la Información, consagrado en el artículo sexto de la Constitución, encontró un laberinto y resquicio, en una inicial derrota o traspié legislativo. Para decirlo en argot futbolístico, ahora con el llamado “play-in” y los partidos de “liguilla” en puerta; el equipo de Morena-PT-PVEM lanzó un pase al espacio para meter gol, pero no solo hubo “fuera de lugar” sino que incurrieron en alineación indebida o falta al reglamento.

Corregirlo con una “Fe de Erratas” o una “corrección” en la gaceta parlamentaria no es suficiente, por la gravedad de la omisión.

Habrá que estar al pendiente del procedimiento y las próximas sesiones en comisión, en el Pleno y los documentos que presenten las áreas jurídicas, tanto de la Cámara como en las bancadas de la oposición (PAN, PRI y Movimiento Ciudadano) en San Lázaro… o las dirigencias partidistas de esos institutos políticos en México. Viene una nueva batalla.

Los más de 320 votos a favor en la sesión de pleno podrían ser invalidados y quienes votaron en sintonía con la intención de desaparecer al INAI, el IFT (Instituto Federal de Telecomunicaciones), la Cofece, la CRE, el Coneval, entre otros órganos, serían exhibidos por no interpretar las implicaciones de lo que estaban votando con base en el documento.

Mire: no es que uno simpatice o defienda a un personaje como Rubén Moreira, diputado federal por el PRI y exgobernador de Coahuila. Pero el señalamiento público que hizo el viernes 22 de noviembre, sitúa una posible crisis legislativa.

El inicio del documento no consideró la reforma sobre “supremacía constitucional” que fue votada y aprobada por la Legislatura federal en funciones. Partió del documento que aprobó la Comisión de Puntos Constitucionales anterior. Eso no es cosa menor.

Con relación a la labor, los logros y pendientes del INAI, merece la pena ubicar varias premisas. Todo para colocar en el centro ampliar la transparencia y contrarrestar la opacidad.

La primera: defender al INAI no implica justificar o defender los excesos y gastos superfluos que han hecho comisionados y comisionadas del instituto con cargo al erario.

Segunda premisa: la desaparición o extinción tampoco conducirá a la imposibilidad de publicar reportajes o realizar periodismo de investigación… pero sí limitará la obtención de fuentes o documentos que gracias al Derecho y al instituto se han podido conseguir.

Tercera: existen matices en la defensa o no del instituto. No solo “es blanco” o “negro”.

Periodistas de investigación han publicado artículos de opinión o a través de sus redes, por qué consideran un retroceso la desaparición del instituto.

“(…) sí se ha precisado del INAI para que autoridades entreguen info que es PÚBLICA, pero que no quieren entregar. Mucha de esta información, sabemos periodistas, es info clave para hacerles rendir cuentas”, publicó Efraín Tzuc en su cuenta de “X”.

“Lo que creo que debemos hacer notar es lo que falle de aquí en adelante en materia de transparencia será porque no existe un mecanismo que sancione a funcionarios que se niegan a entregar información”, advirtió por su parte, la periodista Lilia Saúl Rodríguez.

Mecanismos de vigilancia y sanción, más una defensa, uso y monitoreo de la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT), son acciones que ayudan.

Periodista y profesor de la UAQ

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