El segundo periodo del magnate Donald Trump como presidente de Estados Unidos (2025-2029), que comenzará el lunes 20 de enero con el protocolo oficial; llega con nuevos desafíos en diplomacia y geopolítica, preocupaciones, narrativas que buscan minimizar lo colectivo-social y ocultar la verificación de datos, además de presagiar entornos bélicos o de violencia.

Señalado como culpable de delitos, Trump llega recargado (reloaded) a la Casa Blanca, con más bravuconerías y un estilo todavía más desafiante en su discurso o proceder.

El electorado de Estados Unidos y los simpatizantes del Partido Republicano no han aprendido de la Historia. En los ochentas del siglo XX eligieron a un actor (Reagan) como presidente, lo que llevó a los cimientos del neoliberalismo. Posteriormente, eligieron a George W. Bush como candidato y, con polémica o “fraude” incluidos, presidente en el 2000. Los “resultados”, mejor dicho retrocesos, fueron su sello en la primera década del siglo: “guerra contra el terrorismo”, crisis inmobiliaria, entre otros.

Ahora volvieron a depositar su voto a favor de un magnate, convicto y señalado como delincuente: Trump. Trudeau –Canadá- ha sido la primera “víctima” de las bravuconerías expansionistas y diplomáticas de Donald Trump en su etapa como presidente electo.

La presidenta Claudia Sheinbaum, Juan Ramón de la Fuente (Secretario de Relaciones Exteriores) y Marcelo Ebrard (Secretario de Economía) tienen desafíos durante la mayor parte del sexenio, para con astucia, inteligencia y diplomacia, poner un dique a las agresiones y bravuconerías trumpistas contra México.

En el plano geopolítico internacional, habrá que seguir de cerca y estar al pendiente de los “movimientos”, las reuniones bilaterales y los discursos entre Trump y Putin, o entre los presidentes de Estados Unidos y China.

El acuerdo de “cese al fuego” en Gaza, para detener por un tiempo el genocidio de Israel contra la población palestina, parece un traje justo a la medida de Trump, para ‘presumir’ o hablar de ello al inicio de su segundo periodo.

Los pronósticos de quien esto escribe van encaminados más a que respaldará al genocida de Netanyahu (primer ministro de Israel), y que los escenarios de guerra, balas y violencia estilo personajes de Hollywood como “Rambo” (Sylvester Stallone), John MaClane (Bruce Willis) o “Terminator” (Arnold Schwarzenegger, exgobernador de California vía el partido Republicano) marcarán el periodo de Trump reloaded.

En vez de una selección del séptimo arte, da la percepción que a la humanidad le espera un “pésimo arte” con Trump como presidente de E.U. otra vez. Expresiones de temor o miedo como “¡en la Matrix!” van ad hoc con el momento.

Cine ‘político’ en Querétaro. La política de Querétaro también puede aportar su contribución al “pésimo arte” con una versión actualizada de Matrix. “Neo”, interpretado por Felipe Fernando Reeves Olvera (el símil con el actor Keanu Reeves) estaría acompañado en este rodaje cinematográfico por “Morpheus” en su versión Querétaro 2025, interpretado por Martín Arango, dirigente del partido blanquiazul en el estado.

En esta trama, Morpheus busca “al elegido” (¿¿??) en una realidad alterna a la de miles de habitantes de la capital. Morpheus también tiene otra mente compañera en su nave, que también aconseja a “Neo”: Ricardo Anaya. “Trinity” López Birlain completa el trío de personajes de esta producción. El trío intenta, con ayuda de más funcionarios públicos del PAN queretano, luchar contra “los agentes” e impedir la llegada de la “4T” al gobierno estatal.

P.D. Existe un rodaje alterno de Matrix en PAN en Querétaro, con “Neo” Nava Guerrero, “Morpheus” Botello Montes y “Trinity” Murguía Gutiérrez. Más dureza, golpes… y edad. ¿“Es cine”? El 2027… digo, el tiempo lo dirá.

Periodista y profesor de la UAQ

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