La tutoría, como acompañamiento de los estudiantes, tiene sus inicios en las universidades anglosajonas, pero desde hace ya varias décadas, las distintas instituciones de educación a nivel básico, medio superior y superior, ya sean públicas o privadas, tanto a nivel nacional como internacional, han incluido estas prácticas en sus planes de estudio.

En nuestro país, ya desde los años 40 se atisbaban esfuerzos por hacer acompañamiento de estudiantes, pero fue en la década de los 70 que la UNAM, específicamente las facultades de Ciencias Políticas y Química formalizaron esta práctica y la incorporaron en sus planes de estudio.

La tutoría es un conjunto de acciones tendientes al acompañamiento personalizado, y que tiene el objetivo de asesorar y dar seguimiento al desempeño de los estudiantes a lo largo de todo su proceso académico, esto para, ya sea, mejorar su desempeño escolar, resolver problemas académicos o administrativos, desarrollar hábitos de estudio y trabajo.

En suma, para garantizar que el estudiante que entra a una universidad, se gradué y que su paso por la misma sea asertivo y lleno de aprendizaje. Existen varios tipos de tutorías, cada una con características diferenciadas y con márgenes de acción distintos, pero, la que nos ocupa en este caso, es la de estudiante a estudiante, o tutorías de pares.

Este tipo de tutoría es importantísimo porque rompe la barrera de la edad o el grado, es una tutoría que se hace de tú a tú entre estudiantes que pueden compartir los mismos derroteros, las mismas carencias y las mismas esperanzas. Es un tipo de tutoría que ha demostrado ser efectiva porque se habla en el mismo nivel discursivo entre el que la da y el que la recibe, y es un recurso importantísimo de ayuda al estudiantado y a la institución que la promueve, ya que, por un lado, un estudiante comparte los conocimientos que tiene, se hace consciente de ellos y los ofrece a su tutorado, y, por otra parte, el tutorado los asimila de un estudiante que socializa con él de igual a igual. “Nadie educa a nadie, los hombres se educan entre sí con la mediación del mundo”, dice Paulo Freyre, y esta frase engloba el sentido de las tutorías entre pares.

Cuando las tutorías se hacen entre pares, pero de estudiantes de universidad hacia estudiantes de nivel medio superior, adquieren un matiz diferente y fundamental, porque en este caso, además de generarse conocimiento compartido, ya que el que fue, otrora tutorado, puede, en primera instancia aspirar a estudiar también en una universidad y poder, ahora él o ella, compartir sus conocimientos con los estudiantes de nivel medio superior que lo necesiten, es decir, aparte de que es un círculo virtuoso, es aspiracional.

En nuestra UPQ, tenemos una serie de estudiantes voluntarios que comparten sus conocimientos con estudiantes de nivel medio superior lo que nos hace sentir orgullosos por la calidad académica de estudiantes que formamos, pero agradecidos de la calidad humana de estudiantes que nos representan fuera de nuestros muros, a ellos dedico estas letras.

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