Todos los estudiantes, a lo largo de su trayectoria escolar, pasan por momentos significativos que definen fundamentalmente el trayecto y la permanencia de éstos en las escuelas, los momentos a los que me refiero no son los de clase, sino los tiempos en los que los estudiantes pasan de un nivel académico a otro: de kínder a primaria; de primaria a secundaria; de secundaria a preparatoria, y el momento que no ocupa en estas letras, el paso de la preparatoria a la universidad.
Este cambio de nivel académico es importantísimo porque rondan en la cabeza de los estudiantes varias preguntas.
¿Qué quiero estudiar? ¿Sí quedaré en la universidad que quiero? ¿La decisión que tome será la correcta? ¿Cómo es la vida universitaria? ¿Cómo es estudiar tal o cual carrera? ¿Tendré lo que se necesita para ser estudiante de universidad?
Son preguntas latentes, que habitan en quienes quieren estudiar una carrera, si bien es cierto que en muchas preparatorias abordan temas de orientación vocacional, también es cierto que estas materias no resuelven ninguna de las preguntas, si a caso, ayudan a reflexionarlas.
Para los que nos dedicamos a la educación es imperante que los estudiantes deseen seguir estudiando, que encuentren el empuje y el ahínco para querer aventurarse a la vida universitaria, que es hermosa pero complicada por su dificultad en el aprendizaje y su disciplina para con el estudio, en ese entendido, es que muchas universidades crean ferias vocacionales en las cuales se platica con estudiantes de nivel medio superior sobre los beneficios de estudiar alguna carrera en estas universidades, esto en términos del perfil de ingreso, el nivel de estudio, el mapa curricular, la vida universitaria y el perfil de egreso. Pero estas experiencias se quedan sólo en lo anecdótico y no necesariamente en lo vivencial. Hace falta un esfuerzo mayor para captar estudiantes.
En nuestra UPQ desarrollamos, desde el año 2011, el proyecto “Bachillerato Avanzado”, en el que estudiantes del último semestre de nivel medio superior vienen y estudian el último mes de su prepa con nosotros, y durante este tiempo desarrollan un proyecto concerniente a nuestras carreras ofertadas, con la calidad y el nivel de un universitario. Durante este mes, los preparatorianos, viven la vida universitaria al igual que los estudiantes que cursan estas carreras, de esta manera, no sólo vislumbran cómo podría ser la universidad y las exigencias que esta empresa amerita, sino que viven la vida de un universitario, entienden los esfuerzos y los desvelos, se dan cuenta de lo necesario del estudio arduo y responsable, además de ver su proyecto terminado y, por ende, constatar que su esfuerzo, pasión y dedicación rinden sus frutos. Esta preparación es importantísima, porque los estudiantes de nuestro Bachillerato Avanzado, no sólo adquieren conocimientos áulicos, sino que desarrollan capacidades y habilidades que les permite sentirse universitarios, es como si se vieran ellos mismos a un futuro y se descubrieran capaces y orgullosos del resultado de todo su trayecto académico.