“Esta es la última vez que nos encontramos, con esa convicción digo adiós”, fuera una de las frases que en vida pronunció Miguel Ángel Granados Chapa, quién al reflexionar sobre la ética y el periodismo señalaba que su misión social es la comunicación con la gente, el público, con los lectores. De tal modo que, plasmar ideas en una columna de opinión requiere de estudio y reflexión, pero también responsabilidad con el entorno político, ya que para comunicar una verdadera crítica y esta sea válida, debe estar impregnada de objetividad.
Pocas son las plumas desinteresadas, pues en un sistema donde la prensa sigue teniendo un peso especifico en la esfera pública, no hacen falta las voces que ocupan los espacios para posicionar agendas ajenas, algunos otros aprovechan el espacio para posicionar agendas con contenido muy valioso en favor de alguna causa. Por tal razón, debo reconocer que, a lo largo de estos 3 años, este espacio local que, a su vez es referente de uno de los medios nacionales más importantes de nuestro país, ha dado cuenta de ser un periódico plural, donde se leen pensamientos de todo el espectro político, partidista, gubernamental, empresarial, y de líderes de opinión. Nada puedo reprocharle al periódico EL UNIVERSAL, pues jamás ejerció ningún tipo de censura, pese a que las opiniones vertidas siempre han sido estrictamente personales.
Desde este espacio logramos construir puentes de comunicación con diversos actores que siempre en el mejor de los ánimos contribuyeron a enriquecer estas líneas. A quienes se dieron el tiempo de leer cada viernes esta columna, les agradezco.
Ojalá hubiera habido posibilidad de emprender más debates, sin embargo, la complejidad que tiene escribir en una cuartilla requiere capacidad de síntesis para decir mucho con poco.
Haciendo un ejercicio de autocrítica, reconozco que en ocasiones hizo falta profundidad, aunque siempre tratamos de tener cuidado en cada palabra y sobre todo en los calificativos. Ante cualquier caída en lugares comunes, aseveraciones ligeras o gratuitas, asumimos la culpa de no conseguir siempre, transmitir con claridad.
En el presente la vida nos requiere recato, es por ello que nos despedimos de la palabra escrita pero nunca del debate de las ideas. Finalmente, agradezco de manera especial a los directivos de este gran medio de comunicación, que día a día nos dan la posibilidad a las y los queretanos de tener una prensa libre en tiempos tan convulsos donde abunda la información, pero persiste la escasez de contenido. Hasta entonces.
Twitter: carlosfcps / FB: Carlos Velázquez