El pasado domingo 2 de junio, México vivió una jornada electoral histórica. Por primera vez, una mujer fue electa presidenta en doscientos años de la República. Según conteo rápido del Instituto Nacional Electoral (INE), Claudia Sheinbaum aspirante de Morena, logró imponerse con el 59.5% sobre Xóchitl Gálvez, de la coalición opositora PRI-PAN-PRD, quien obtuvo el 27.6% y Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano, situado en tercer lugar con el 10% de los votos.
La candidata morenista fue elegida por cerca de 35.5 millones de mexicanos. Se trata de la presidenta más votada en la historia del país, superando en 5 millones los votos obtenidos por Andrés Manuel López Obrador en 2018.
Claudia Sheinbaum, responsable de presidir el país más grande de habla hispana y la segunda democracia más grande de América Latina, logró una victoria contundente. Obtuvo más del doble de votos con los que Fox y Calderón ganaron la Presidencia. La ciudadanía decidió otorgarle un mandato irrebatible para dar continuidad a la 4T.
Las primeras proyecciones del INE apuntan que la coalición Morena-PT-PVEM, alcanzará la mayoría calificada en el Congreso de la Unión. Así como el triunfo de la morenista Clara Brugada en la capital del país, sobre su oponente Santiago Taboada de la coalición “Fuerza y Corazón por México”. Y, la victoria en los estados de Chiapas, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán. Movimiento Ciudadano reitera la continuidad en Jalisco y la coalición PRD-PAN-PRD en Guanajuato.
La jornada electoral se desarrolló de manera pacífica y ejemplar con incidentes menores. No todos estuvieron relacionados con inseguridad, en algunos casos fueron comunidades regidas por usos y costumbres que decidieron no instalar casillas. Particularmente, esto sucedió en Oaxaca y Chiapas.
Finalmente, se instalaron 170 mil 159 casillas, lo que representó el 99.98% del total programado por el INE.
El triunfo de Claudia Sheinbaum mostró de manera contundente que las campañas sucias dejaron de surtir efecto en la ciudadanía. El éxito económico y las conferencias mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador fueron fundamentales para revertir las narrativas de los medios corporativos. Adicionalmente, este ejercicio influyó en la construcción de la cultura política ciudadana.
El mandato que la ciudadanía otorgó a la presidenta electa implica una fuerte responsabilidad para gobernar con justicia e inclusión. Le exige enfrentar la inseguridad, la economía, la crisis climática, la violencia de género, la desigualdad, la crisis migratoria, la delincuencia organizada y los cárteles de la droga, bajo el principio de erradicación de la corrupción e impunidad.
En su primer mensaje a la nación, Claudia Sheinbaum se comprometió a reconstruir el tejido social entre todos los sectores de la sociedad.
Desde una perspectiva histórica resulta extraordinario lo que sucedió en las urnas este 2 de junio de 2024. A doscientos años de la fundación de la República y después de sesenta y nueve años de que las mujeres mexicanas obtuvieran el derecho al voto, una mujer presidirá México.
¡Claudia Sheinbaum no llega sola, llegamos todas!