El 2 de junio, el pueblo de México eligió la continuidad de la 4T. Pero, no sólo eso, a través de las urnas le dio el voto a Claudia Sheinbaum, indicándole: “vas tú y con este plan…”, como lo enunció recientemente la analista política y abogada Vanessa Romero Rocha.

Para nadie es un misterio que el “Plan C”, preocupa a los “apostadores” que controlan los mercados financieros y la Bolsa de Mexicana de Valores. Particularmente, les inquieta la reforma judicial propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Las élites económicas sabían que la candidata a la presidencia de la República por la coalición Morena-PT-PVEM, conseguiría el triunfo en las urnas. Sin embargo, no tenían contemplado que la ciudadanía le concedería la mayoría calificada en el Congreso de la Unión.

El sábado 8 de junio, el Instituto Nacional Electoral (INE) concluyó los cómputos para las diputaciones federales y senadurías que confirman la preponderancia de la coalición Morena-PT-PVEM, frente a la alianza del PAN-PRI-PRD, en la integración de Congreso de la Unión.

A reserva de contar con los resultados definitivos de la configuración en la Cámara de Diputados, pues aún falta la fase de impugnaciones, según proyecciones dadas a conocer por el INE, de las 300 curules competidas en las urnas, la coalición “Sigamos Haciendo Historia” llegaría a 256. Por su parte, la alianza opositora “Fuerza y Corazón por México”, obtendría 42. Movimiento Ciudadano (MC), tendría 1. Y, una más, asignada a un independiente. A estas cifras se sumarían los espacios de representación proporcional que se darán a conocer oficialmente en agosto.

En el caso del Senado, las proyecciones del PREP apuntan que Morena y sus aliados alcanzarían 83 escaños, tres menos de los necesarios para lograr la mayoría calificada. Sin embargo, continúa moviéndose la información, en medio de la confrontación por los cómputos distritales en Nuevo León, donde la coalición “Sigamos Haciendo Historia”, consiguió el primer lugar de mayoría relativa.

Estos resultados mantienen en el “nerviosismo” a los mercados financieros y a la Bolsa Mexicana de Valores. El triunfo le permitiría a la virtual presidenta de México llevar a cabo la reforma judicial y otras más.

Ciertamente, la preocupación por el enorme cheque en blanco que el voto masivo otorgó en las urnas a Claudia Sheinbaum es razonable. Pero, también es real que, durante el sexenio de López Obrador, el Poder Judicial frenó la mayoría de las reformas propuestas por el presidente y aprobadas por el Congreso de la Unión, valiéndose de tribunales e instancias de apelación para imponerse por encima de los poderes Ejecutivo y Legislativo.

La virtual presidenta de México tiene la oportunidad histórica de impulsar verdaderos contrapesos. La respuesta inmediata y responsable del gobierno entrante y saliente, ante la caída de la bolsa y el deslizamiento súbito del peso un día después de las elecciones, lanzó una señal de que tendremos un gobierno con carácter para proteger el bienestar de las mayorías y conciliador con las minorías para garantizar la estabilidad y tranquilidad económica. Fórmula encaminada a conseguir la prosperidad compartida.

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