Ante la amenaza de Donald Trump de elevar 25 por ciento los aranceles a los productos exportados de México y Canadá a Estados Unidos, publicada el 25 de noviembre en su red Truth Social, los gobernantes de cada uno de los países aludidos mostraron un carácter y fuerza distinta.
La respuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum fue contundente y firme. No se puede decir lo mismo del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, quien mostró debilidad y servilismo para agradar al presidente electo estadounidense que tomará posesión el 20 de enero de 2025.
Claudia Sheinbaum fue categórica en la carta enviada a Donald Trump para responder al tema de la migración y el tráfico de fentanilo. Ofreció datos concretos que muestran la disminución del 75 por ciento de los encuentros en la frontera entre México y Estados Unidos, de diciembre de 2023 a noviembre de 2024.
Con respecto a la epidemia de fentanilo que ataca a los Estados Unidos, expresó su disposición para colaborar manifestando su solidaridad por razones humanitarias enfatizando que, “el problema de consumo y salud pública corresponde a su país”, destacando “que los precursores químicos entran a Canadá, Estados Unidos y México de manera ilegal proveniente de países asiáticos para lo cual es urgente la colaboración internacional”.
Puntualizó a Donald Trump, “Usted debe estar al tanto también del tráfico ilegal de armas que llega a mi país desde los Estados Unidos, el 70 por ciento de las armas ilegales incautadas a delincuentes en México, provienen de su país, las armas no las producimos nosotros, las drogas sintéticas no las consumimos nosotros, los muertos por la delincuencia para responder a la demanda de drogas de su país, lamentablemente los ponemos nosotros”.
Sheinbaum subrayó en su carta a Trump, “no es con amenazas ni con aranceles como se va a atender el fenómeno migratorio ni el consumo de drogas en Estados Unidos, se requiere cooperación y entendimiento recíproco a estos grandes desafíos, a un arancel vendrá otro como respuesta, y así hasta que pongamos en riesgo empresas comunes”.
A diferencia de Trudeau que, inmediatamente buscó hablar con Donald Trump, este último se puso en contacto con Claudia Sheinbaum para tener una conversación telefónica, después de recibir su carta.
Por otra parte, resulta relevante que un mandatario de Estados Unidos, acepte por primera vez, que existe un problema grave de adicción a las drogas en su población, después de que la presidenta de México le planteara esta cuestión. Incluso, Trump anunció que iniciará una campaña para sensibilizar a su población del daño que el fentanilo produce.
Claudia Sheinbaum no se doblegó ante los amagos de Donald Trump. Después de enviar la carta y de la conversación sostenida entre ambos, el presidente electo de Estados Unidos publicó en su red Truth Social: “México impedirá ahora que la gente venga a nuestra frontera sur”, después de describir la conversación como “maravillosa”, afirmación que la presidenta desmintió al declarar que en ningún momento se comprometió a cerrar el paso a la migración en la frontera México-Estados Unidos.
Triste el papel de Trudeau ante Trump. No así, la contundencia de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Doctorada en Ciencias Políticas y Sociales por la UNAM y Posdoctorada por la Universidad de Yale