Dicen que Gallos parece disco rayado, no gana ni por equivocación, en el presente torneo al santo lo traen de espaldas y su futuro sigue siendo incierto. Siete partidos sin ganar, más los acumulados del pasado torneo y la Leagues Cup, ya tienen hasta el copete a la afición y yo creo que igualmente a sus directivos que, no tienen presupuesto o de plano no le quieren invertir porque el equipo no les interesa.
De antemano todos sabemos que los Gallos siguen en venta, pero hasta ahora nadie se quiere aventar el cuete, por la sencilla razón de que es un conjunto de medio pelo que no da para más.
Ante Pachuca, a dos minutos del final se dejó empatar por desatenciones defensivas, por falta de concentración y de saber manejar una ventaja, aunque ésta sea mínima. Si no es por el arquero Memo Allison, hubiesen regresado apaleados otra vez.
Ha trascendido desde la semana pasada que la directiva ya monitorea un nuevo entrenador apuntando nuevamente al argentino Hernán Cristante, que tras dirigir a los emplumados 14 fechas, no salió bien librado y encima le tocó aquel mal recordado problema entre porras del Atlas y Gallos hace poco más de dos años. En fin, todo parece indicar que Mauro Gerk es el menos culpable de la crítica situación del equipo, tiene los días contados pues esto que pasa al equipo ya es insostenible. Por ello la directiva está buscando la salida para que el equipo con lo que tiene, pueda reaccionar.
Y bueno, viene otro parón en la Liga MX que no creo que les sirva de mucho pues el 13 de este mes visitarán al Puebla, que no deja de ser peligroso, y el 17 de este mismo mes regresan a casa para hacerle los honores a los poderosos Tigres, así que ni para qué ilusionarse de que vayan a dar una sorpresa y le ganen a alguno de estos dos rivales, más bien su mala racha tiende a seguir alargándose.
Hasta la Próxima.