Mal le cayó a Gallos el descanso por fecha FIFA, pues volvieron a las mismas y no salieron vivos de su visita a los Rayos del Necaxa.
El 2-0 en realidad se quedó corto, los necaxistas bien pudieron llenarlos de cuero, pero algunas buenas intervenciones del arquero Jorge Hernández y la mala puntería de sus delanteros, salvaron la desplumada.
Y señalo que volvieron a las mismas, no sólo por la derrota, sino por los yerros defensivos que son factores decisivos para que el equipo se venga abajo moralmente.
Benjamín Mora, no dudo que junto con su cuerpo técnico trabaje una y otra vez para corregir errores y mejorar en esa zona buscando solidez, pero vienen las desatenciones o la falta de concentración y por consecuencia los goles en contra.
Ya sabemos que en media cancha sufren igual, y aunque los encargados de armar el juego ofensivo o contener al enemigo, buscan equilibrar las cosas, no les alcanza ni para ayudar a sus defensas y a los de adelante, la desesperación por no verse surtidos de balones, no les permite tener profundidad, menos contundencia.
Y esa es la película que hemos visto durante el torneo, con cuatro triunfos y un empate, pero con ocho derrotas duelen más a sus seguidores que, con una buena actuación, llegan a ilusionarse y pensar que las cosas mejorarán.
No ha habido una buena racha que por lo menos borre lo malo del equipo y no se ve que venga en los últimos cuatro partidos que le restan a Gallos, pues enfrentarán a rivales que buscarán cerrar bien esta fase regular.
Hoy Gallos no se mueve del lugar 14 de la tabla con 13 puntos, que, aunque parezca mentira, aún los mantienen con posibilidad matemática de colarse al Play-In, que alcanzarán del quinto al duodécimo lugar para encontrar a los otros cuatro que pasarán a cuartos de final.
Lo que no pueden ocultar los Gallos es que han tenido un torneo muy pobre, mediocre, que con muchos trabajos los ha sacado del sótano donde se la pasaron todo el torneo pasado, y hoy no hay mucha diferencia.
Por lo pronto, este viernes le abrirán las puertas del Corregidora al León, que vendrá con la idea de hacerle pasar una tarde-noche de pesadilla a los plumíferos.
Hasta la Próxima.
