A muchos jóvenes les preocupa mucho la carrera que han de elegir, el día de hoy, varios están pensando y repensando a qué se van a dedicar toda su vida.

¡Qué difícil decisión si estamos hablando que es una decisión que nos han enseñado que es de por vida! Anteriormente era más notable que los hijos siguieran las mismas carreras de sus padres, debido a esa tradición fue que existieran altas demandas en las facultades de administración, leyes, medicina e ingenierías.

Actualmente he atendido a algunos jóvenes que se encuentran abrumados ante la indecisión de tomar decisiones educativas y lo que más les da miedo es escoger una carrera equivocada, que semestres después se den cuenta que no es lo que quieren y lo que más les agobia es la reacción y respuesta de los padres.

La edad educativa se va preparando entre los 14 y 18 años, los estudiantes eligen carreras universitarias o técnicas, lo que les permite especializarse en áreas específicas. Durante este tiempo, pueden realizar prácticas y trabajos en su campo de estudio para obtener experiencia práctica.

Sin embargo la toma de decisiones asertivas involucra varias áreas del cerebro, pero una de las más importantes es la corteza prefrontal. La corteza prefrontal se encuentra en la parte frontal del cerebro y es fundamental para funciones cognitivas superiores, incluyendo la toma de decisiones, el control de impulsos, la planificación y el razonamiento.

Dicha parte del cerebro alcanza su punto máximo entre los 20 y los 30 años, dependiendo del individuo y sus circunstancias.

Así que replanteando este punto ¿será un joven de 18 años capaz de escoger una carrera que le servirá para desarrollarse toda la vida?

Es por eso que muchas personas comienzan a establecerse en una carrera específica y a adquirir experiencia profesional entre los 25 y los 30 años. Durante esta etapa pueden identificar más claramente sus intereses y habilidades.

Posibles cambios de carrera: Algunos pueden descubrir que su primera elección de carrera no es satisfactoria y decidir cambiar de dirección. Es un momento en que pueden tomar decisiones más informadas basadas en la experiencia.

Entre los 18 y los 25 años, antes de ingresar a la universidad, un joven puede tomar una serie de pasos que le ayudarán a tomar decisiones informadas sobre su futuro académico y profesional.

Factores que influyen en la elección de una vocación:

Madurez personal: La madurez emocional y la autoconciencia son importantes para tomar decisiones de carrera informadas.

Experiencia: La exposición a diferentes trabajos y actividades puede influir en los intereses y habilidades de una persona.

Educación: El acceso a la educación y la formación puede abrir o cerrar ciertas opciones de carrera.

Apoyo y recursos: El apoyo de familiares, mentores y orientadores vocacionales puede ayudar en el proceso de toma de decisiones.

Circunstancias de vida: Factores como la situación económica, responsabilidades familiares y oportunidades disponibles también influyen en la elección de una vocación.

Entonces, si para algunos jóvenes aún no pueden elegir la carrera que los llevará a enfrentar la vida, ¿hay alguna alternativa? En mi próxima columna escribiré acerca de los años sabáticos y la mejor forma de sacarles provecho para que no dejen de ser un camino hacia alguna vocación o carrera profesional.

*Artista visual, escritora y terapeuta

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