Desde hace años he escuchado la expresión "el año de Hidalgo" la cual hace alusión a la corrupción y desfalco que al final de cada administración sufren las arcas públicas, no todas, pero si la gran mayoría. Lo preocupante es que en Querétaro el famoso "año de Hidalgo" se adelantó del último período de gestión a los primeros momentos que Mauricio Kuri entró como gobernador a la Casa de la Corregidora, presuroso se sentó en la silla vacante y vió como su antecesor disfrutaba de las mieles del poder obtenido en las no tan lejanas tierras de Huimilpan y al parecer mirar hacía ese horizonte le hizo alimentó su espíritu empresarial, ese instinto donde el ser humano, se convierte en un recurso humano, donde la dignidad va en un plano secundario y las ganancias son el único índice a tomar en cuenta.

A partir de ese momento su equipo trabajó a marchas forzadas para ver como podría crecer el legado del titular del Ejecutivo Estatal, propuestas como la privatización del agua y la construcción de obras de todos los tamaños y a sobrecosto fueron analizadas y echadas a andar, pero aunque seas el festejado no es bien visto devorar el pastel solito, por ello empezó a pagar favores, compadrazgos, amistades y complicidades con la fe pública, el primer benefactor del gobernador fue Samuel Cárdenas Palacios, quien es yerno de Rogelio Vega, compadre y jefe de gabinete de Kuri, vaya coincidencia. Este nombramiento fue su primer descalabro ante la opinión pública, por ello 6 meses después anunció que no se darían más notarías, pero la palabra no es el fuerte del gobernador y en marzo de 2023 nombró como notario a Alfredo Botello Aranda, hijo del entonces senador Alfredo Botello Montes, seguramente la razón de otorgarle la fe pública fue gracias a su basta experiencia, ya que en ese momento tenía 4 años de haberse titulado como licenciado en Derecho. Durante dos años dejó descansar el dedazo y apenas este mes se crearon 2 notarías nuevas, una para su amigo y ex oficial mayor, Mario Ramírez Retolaza y otra para Roberto Sánchez Lara Murguía cuyo mayor galardón es ser hijo de Guadalupe Murguía, senadora del PAN y primer secretaria de gobernio de Kuri.

¿Habrá sido pago suficiente por sus lealtades? No lo sé, lo que si sé es que este descaro era notable en el cierre de las gestiones, no cuando faltan 2 años y la opinión del electorado se encuentra en contra de ti y del partido que te puso en la boleta, no cabe duda el primer despedido de Kuri es el propio PAN. Por si estos movimientos no fueran lo suficientemente indignantes, la intervención de una o unas manos azules en el conflicto sindical de Cadereyta cada vez son más evidentes y para mala fortuna de los huelguistas, la razón de dicha intervención no son sus causas, sino el negocio millonario que estaría en riesgo en caso de que Astrid Ortega y su plan de municipalización del agua se concrete, ya que esto haría que las ganancias se quedarán en el municipio del semidesierto y por consecuencia dejaría fuera del negocio multimillonario que representa la privatización del agua a empresarios y funcionarios que llevan años empujando esta iniciativa que violenta el derecho humano al vital líquido.

Por ello las negociaciones se encuentran paralizadas, porque mientras el conflicto continúe, ellos buscan contrato para quedarse con el agua y las ganancias de su comercialización por 100 años. Es evidente, no tienen llenadera, son vulgares ambiciosos qué solo se representan a si mismos.

Diputado local de Morena

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