Andrés Manuel López Obrador está muy cerca de concluir su mandato al frente del Poder Ejecutivo federal, su nombre con seguridad pasará a la historia por los grandes cambios que se suscitaron con su triunfo en 2018, su andado en la política nacional es un ejemplo de perseverancia, convicción y de un oficio político como pocos. Los números que AMLO entrega en este cierre de sexenio son alentadores, tomando en cuenta que su proyecto de nación verá continuidad en la figura de la doctora Claudia Sheinbaum, quien recibe una nación mucho más involucrada en su vida pública y consciente de que la participación ciudadana es un arma de cambio que de ser utilizada de manera pacífica y organizada, tiene la capacidad de cambiar el rumbo de un país.

A seis años de gobierno obradorista, se han invertido cinco billones de pesos en infraestructura estratégica para impulsar el desarrollo regional, en seis años el sector de transporte y comunicación cuenta con trenes como el Maya, Interoceánico, El Insurgente y AIFA-Lechería, y con nuevos aeropuertos como el AIFA y el de Tulúm, la rehabilitación de la Terminal 2 del AICM y la inauguración del trolebús elevado zona oriente, estas obras no sólo modernizan México, sino generan derrama económica y oferta de empleo en las zonas donde se encuentran. En este sexenio se han construido 417 caminos artesanales, 55 carreteras federales, 50 caminos rurales y 30 autopistas. El sector portuario también se ha visto beneficiado en este periodo con la modernización de 15 aduanas y del puerto de Coatzacoalcos y Salina Cruz.

Hoy en día, existen 18 proyectos hídricos, entre ellos la Presa de Texcoco, Santa María, Picacho, el Zapotillo y Libertad, así como el Canal Centenario, el Distrito de riego del pueblo Yaqui y el proyecto de agua potable para la laguna, este tipo de obras tienen como finalidad garantizar el derecho humano al agua a buena cantidad de pobladores, a diferencia de Querétaro, donde el vital líquido está siendo privatizado para venderlo al mejor postor sin importar las necesidades de la mayoría. Por último, y con seguridad, el sector más importante es el energético y la defensa de su soberanía, para lo cual se ha trabajado a marchas forzadas por dar marcha atrás a los procesos privatizadores del periodo anterior, muestra de estos esfuerzos son la compra de la Refinería Deer Park, la construcción de la Refinería de Dos Bocas, la rehabilitación de seis refinerías existentes y dos coquizadoras, la de Tula y Salina Cruz.

Estos números son complementados con la recaudación tributaria, la cual aumentó 13.1% en términos reales en comparación con el sexenio de Enrique Peña Nieto, es importante señalar que este aumento se da sin necesidad de subir impuestos a las y los mexicanos, y para finalizar la reducción de un billón de pesos de la deuda externa como porcentaje de la deuda actual. Estos y otros números son la carta del adiós que López Obrador le entrega no sólo a la presidenta electa, sino al pueblo mexicano, que hace seis años depositó su confianza y corazón en un proyecto que parecía imposible de realizar, pero que con voluntad política y austeridad republicana se han logrado de manera contundente.

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