Desde campaña comentábamos los marcados tintes de intolerancia que reflejaba el discurso del panista y hoy alcalde de Querétaro, Felipe Macías. Su trayectoria siempre se ha sustentado en el manejo de una agenda de medios a modo y en una oratoria que ha pulido con el tiempo; sin embargo, su capacidad como representante popular y ahora como cabeza de la administración del municipio más importante del estado ha dejado mucho que desear, al grado de ayer consagrarse como un gobernante represor, insensible, fascista, en pocas palabras. Lejos quedaron las fechas de campaña, donde el entonces candidato se paseaba por las calles del centro y le sonreía a quien pasara a su lado, hoy su verdadero rostro va acompañado de granaderos, violencia, fuerza bruta y la intolerancia del tolete.
Es increíble el cinismo que desayunan, comen y cenan los blanquiazules. Hace unas horas se desgarraban las vestiduras en la tribuna del Senado, diciendo que Morena estaba instalando una dictadura con las reformas que ha impulsado en los últimos días, sin voltear a ver uno de los bastiones panistas del país, Querétaro, donde el alcalde considera que el garrote es la mejor forma de dialogar con la ciudadanía, sus funcionarios brillan por su soberbia e insensibilidad, indigna ver la barbarie de la policía y su primitivo comportamiento con la población. Es claro, el PAN no sabe gobernar si no es con violencia, ya sea bajo acuerdo con el crimen organizado —como ejemplo el Calderonato— o través de la represión y persecución en todas sus modalidades.
Observar los diferentes videos e imágenes que circulan en redes sociales nos llevan del enojo, la molestia y la rabia a la profunda indignación; desde el alcalde Felipe Macías, hasta cada uno de los elementos policiacos que resguardados en la impunidad que les da su puesto, no merecen estar al frente ni a cargo de la seguridad de las y los queretanos. Ojalá ese mismo ímpetu que ayer mostraron las y los uniformados con un grupo de artesanos que protestaban por la justa defensa de su espacio de trabajo y del medio para ganarse el pan de cada día, lo demostraran al momento de combatir al crimen organizado, ¿o acaso su memoria es tan corta que ya olvidaron las recientes ejecuciones que se han dado en el municipio?
Ahora resulta que defender tu fuente de ingreso y exigir la liberación de tus compañeros de causa, amerita un operativo sustentado en la fuerza bruta y en el uso de elementos caninos que lastimaron la integridad de los y las manifestantes, no cabe duda, el PAN gobierna para unos cuantos y Felipe Fernando Macías demostró que le aprendió bien a Mauricio Kuri y a su forma violenta y represora de gobernar, así como en Maconí, hoy en Querétaro se vive con el miedo a ser víctima de la inseguridad o de la brutal fuerza del Estado. Ya estamos hartos del odio que las autoridades azules le tienen al pueblo de a pie, al que no se reúne a tomar un jugo mientras juega golf, al que defiende el agua y sus tierras, al que no negocia sus derechos. Es claro, el PAN está en contra de la gente y a favor de los intereses de un grupo que se ha enriquecido a costa del sufrimiento de la gente.
Ya en 2024 el pueblo le pasó la primera factura a los azules, en 2027 le pasaremos la definitiva para que de una vez por todas, se vayan todos.