Hoy la realidad en este planeta supera con mucho a la ficción en todo aquello que significa el entorno o el medio ambiente que nos rodea en casi todos los ámbitos de la vida cotidiana y nos obliga a preguntarnos sobre el futuro que depara a las nuevas generaciones ante una dinámica donde los acontecimientos rebasan las expectativas. Las preocupaciones derivadas de la incertidumbre que crece, nos lleva a tener una percepción de mayor vulnerabilidad. Ello lleva a mucha gente a evitar hacer frente a muchos desafíos tratando de eludir la propia realidad a través de un mayor número de mecanismos que se encuentran en el uso y abuso de dispositivos electrónicos como teléfonos y tabletas que nos ofrecen distractores. De igual manera, perdemos poco a poco la claridad y objetividad para procesar la enorme cantidad de información, la que en muchos casos nos aleja de la imperante necesidad de atención y cuidado que hoy requieren los niños y los jóvenes en ese periodo de acompañamiento en su proceso de aprendizaje, formación y educación que deben tener para poder enfrentar la realidad de un mundo que cambia aceleradamente.

Uno de los ejemplos de la naturaleza, en la magnitud de luchar día a día por la supervivencia, es la vida de los osos Grizzly, los cuales dependen en un importante periodo de la atención y cuidado de la madre en un entorno en el cual, desde sus primeros pasos enfrentan riesgos, en particular con los grandes machos de la especie. Cuando termina el invierno y concluyen su periodo de hibernación, tiempo en que nacen las crías, bajan de sus guaridas para ir en búsqueda de alimento después de meses de no probarlo. Ahí, los pequeños corren el riesgo de ser devorados por esos machos hambrientos. Entonces las madres saben que deben mantener una atención y cuidados permanentes para protegerlos hasta que aprendan y puedan valerse por sí mismos. Es una tarea de tiempo completo… y sin distractores.

Para las crías, una buena madre es lo más cercano, nunca infalible, a una garantía de supervivencia. Aún, en momentos de reposo y juego como en esta fotografía que les comparto, la madre es un enorme apoyo, un buen pilar para que la cría se levante y pueda vislumbrar el mundo que le rodea. Que haya más buenos pilares en las sociedades humanas, como la que formamos en este Querétaro nuevo que deseamos conservar.

@GerardoProal

Google News