Sí, “haiga sido como haiga sido”, la relación con los Estados Unidos cambió de manera importante a partir de la detención del “Mayo” Zambada en un aeródromo de Texas.

Sin importar si el “Mayo” fue engañado por Joaquín Guzmán López o si fue secuestrado por su personal o por agentes norteamericanos o inclusive por militares mexicanos el hecho traerá serias consecuencias para muchos actores. Unos por sus acciones y otros por su negligencia e ineptitud. Ello más allá del ridículo mundial que hizo nuestro gobierno.

Del lado mexicano, imagino, debe haber una buena cantidad de gobernantes y políticos sumamente preocupados por la información que “el Mayo” pueda proporcionar en un primer momento a las autoridades norteamericanas y en un segundo momento a la opinión pública. Información que no solo pudiera llevar a la cárcel a diversos personajes de ambos lados de la frontera sino que también pudiese provocar la renuncia y/o despido de gobernantes por incompetentes, y lo más importante: derribar buena parte de los mitos sobre los que se ha asentado la autodenominada Cuarta Transformación como es la honestidad, ya que los pudiera pintar como corruptos, y además como criminales al contribuir, de una manera u otra, con el crimen organizado.

Del lado de EU y dado que, con o sin razón, se ha atribuido a México la introducción y comercialización de drogas en su país y por ende la muerte de prácticamente 100,000 norteamericanos al año, la opinión pública de dicho país exigirá a partir de este momento y cada día con mayor intensidad la eliminación de los capos del narcotráfico (eliminación que inclusive ya ha sido propuesta por actores importantes republicanos). Eliminación que desde luego confrontará a ambos países, ya que si el gobierno mexicano no la logra, como ha sido hasta ahora, entonces los norteamericanos, para bien y para mal, lo harán. El pueblo norteamericano ya vio que ello es posible y a partir de ahora lo exigirá.

El secuestro, captura o detención del “Mayo”, además de alterar la relación entre ambos países también alterará la distribución y equilibrio de poderes —reales y fácticos— en México. No solo al interior del Cártel de Sinaloa o entre los diversos cárteles que se disputarán el espacio dejado por ”el Mayo” sino también en su relación con diversos gobernantes corruptos y criminales.

Es indispensable las autoridades mexicanas tengan siempre presente que si bien es fundamental sellar la frontera, la droga que los cárteles no logren hacer llegar a EU la comercializarán entre nuestros niños y jóvenes. Ante ello México deberá rediseñar y relanzar su política antidrogas. ¡Es urgente!

Fuente de los Deseos: Ojalá el Gobierno de México (el actual y sobre todo el entrante) modifique la absurda política de seguridad de “abrazos y no balazos”. Queda de manifiesto que si nuestras Fuerzas Armadas no atienden el tema con “balazos” entonces serán otros quienes lo hagan…

Exsenador

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