El recién y afortunadamente fallido atentado en contra del expresidente Donald Trump es un recordatorio para todos, pero sobre todo para los gobernantes, que hay “líneas rojas” que no se deben cruzar, ya que las consecuencias de ello pudieran a ser muy graves y hasta causar, como en este caso, la muerte de personas.

En este caso murieron dos personas, el agresor abatido por el Servicio Secreto de EU —que por cierto no pudo evitar que el agresor disparara en contra de su objetivo no obstante ser considerado el mejor sistema de protección y seguridad del mundo— y una persona asistente al mitin del expresidente, es decir una persona total y absolutamente inocente, cuando ninguna persona debiera morir asesinada por ningún motivo.

Lo anterior me dice que hubo alguien —el agresor— dispuesto a dar la vida con tal de acabar con un adversario político que para él resultó transformado, por los discursos y posicionamientos de los mismos políticos, en su enemigo mortal y a quien se debía eliminar. En otras palabras, los discursos políticos en contra de los adversarios políticos sembraron tal miedo o tal odio en cuando menos una persona —el agresor— que lo llevó a intentar matar a un aspirante a la presidencia de su país. Es decir, los discursos y posicionamientos de republicanos y demócratas fueron tales que al ir escalando y ser interpretados con distintas intensidades por parte de sus seguidores llevaron a uno de ellos a convertirse —aunque fallara— en asesino.

Por lo antes expuesto considero que la virtual presidenta electa Dra. Claudia Sheinbaum debiera abandonar el discurso de odio y división entre mexicanos que el presidente López Obrador ha venido utilizando. Discurso que si bien le otorgó excelentes dividendos electorales también dejó pleitos y resentimientos inclusive entre amigos y hermanos. Discurso que el día de mañana y ya bajo el gobierno de la Dra. Sheinbaum pudiera costar además vidas de personas.

Insisto, el cruzar líneas rojas como lo es sembrar odio y división entre mexicanos no solo detiene el progreso del país, lesiona el bienestar inmediato de todas las familias mexicanas sino que también tarde o temprano va a causar muchas tragedias.

Fuente de los Deseos: Ojalá la Dra. Claudia Sheinbaum no continúe con la política del Presidente López Obrador de sembrar odio entre los mexicanos, de fomentar la división entre compatriotas, ojalá se dé cuenta que dichos odios engendran tragedias.

Exsenador

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