Al igual que con la pandemia la fortuna le sonríe nuevamente al gobierno morenista en perjuicio del pueblo bueno, ya que la crisis en la relación con EU pareciera le viene “como anillo al dedo” para expresarlo en términos del expresidente y hoy “Gran Mandón” López Obrador.
La crisis, a pesar del daño económico y por tanto en el bienestar de los mexicanos, le viene bien al gobierno cuatroteísta básicamente por dos grandes razones:
La primera es que el gobierno morenista, al hacerle creer a la mayoría del pueblo, mediante un discurso patriotero, que EU al decretar a los grupos criminales como terroristas nos invadirán con sus ejércitos, genera y de manera natural “un cierre de filas” en torno a la Presidenta Sheinbaum y su gobierno. Un cierre de filas que implica que todo aquel que la critique, que la señale y que no sea para alabarla sea considerado un traidor a la patria. Con ello la Presidenta y su gobierno adquieren una enorme dosis de impunidad hagan lo que hagan.
La segunda es que dicha crisis al atraer toda la atención del pueblo hacia “el enemigo externo” hace que los gravísimos errores en los que está incurriendo el gobierno federal pasen desapercibidos o que no sean aquilatados como debieran serlo. Por ejemplo las reformas constitucionales y legales que al estar elaboradas sin análisis serio y profesional alguno o bien bajo prejuicios y resentimientos, y sin escuchar y valorar las opiniones de los afectados provocarán más daño que beneficio a la población en general. Un beneficio adicional es que la crisis también distrae a la mayoría de la población sobre los pésimos resultados que están arrojando los análisis -sexenales- del quehacer del gobierno del expresidente y hoy “Gran Mandón” López Obrador, por ejemplo: la inflación acumulada más alta de los últimos sexenios o el menor crecimiento del PIB también de los últimos sexenios o el endeudamiento exagerado.
En suma, los mexicanos y al igual que en la pandemia pagaremos las consecuencias económicas que conlleva la imposición irracional de aranceles. Pagaremos las consecuencias naturales de una crisis como la que se gesta -por ejemplo: el cierre de empresas y con ello la pérdida de empleo-. Pagaremos también los errores que sin duda seguirán cometiendo los responsables de atenderla. Y lo peor de todo es que pagaremos las consecuencias de “tapar” o de no analizar y reclamar los errores de las políticas públicas ya implementadas y que ya fracasaron en el país.
Fuente de los Deseos: Ojalá que los mexicanos, si bien es importante demos seguimiento a la crisis en la relación con EU, no dejemos de observar y reclamar los resultados de las políticas públicas implementadas por el gobierno de la Cuarta Transformación en todos los demás rubros como son: salud, educación, medio ambiente, seguridad, etc. Ojalá no caigamos en la trampa del discurso patriotero y exijamos gobiernos limpios, ajenos a los cárteles del narcotráfico.
Exsenador. @gtamborrelmx