Mientras la 4T ¿ofrenda o entrega? a 29 líderes históricos del narcotráfico, que por años se habían negado entregar -violando el debido proceso de algunos de ellos-, abandona la campaña para rescatar al Mayo Zambada, líder del Cártel de Sinaloa, y el argumento de que se violaron sus derechos.
La entrega de estos capos, constituye un cambio significativo en el discurso negacionista de Sheinbaum, que por semanas -junto con el aparato propagandista de Morena- rechazó que las alusiones de Trump y de los principales miembros de su gabinete de que en México el narco controla el gobierno, fuera a Morena. Deliberadamente engañaron a sus fieles diciendo que se referían a García Luna y al gobierno de Felipe Calderón.
Cuando Trump y los suyos apuntaron al gobierno actual, el silencio morenista sobrevino. Nadie más volvió a hablar de García Luna ni a pedir pruebas, porque saben que las hay. En el tercer momento, éste, el gobierno mexicano abandona el discurso de la defensa de los derechos humanos violados a el Mayo, “más allá del personaje”, para entregar ilegalmente a capos cuyo proceso legal no ha terminado, según los abogados de ellos que, curiosamente, también defienden a el Mayo, militan en Morena, y cuentan con un abultado álbum de fotografías abrazados con los principales líderes de la 4T.
Entre los extraditados está Rafael Caro Quintero, a quien por décadas se protegió para que no hablara de los políticos (Barttlet) implicados en el asesinato del agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena, quien descubrió que el gobierno mexicano, el narco y la CIA tenían un acuerdo para intercambiar drogas por las armas para la contra nicaragüense, que entrenaba en el rancho de uno de los narcos, en Veracruz.
Mientras los integrantes del Gabinete de Seguridad (exceptuando a la embajadora de López Obrador en la secretaría de Gobernación, Rosa Isela Rodríguez) se reúnen con el secretario de Estado de Donald Trump, Marco Rubio, se informó que del AIFA partió un avión militar con 29 viejos líderes del narcotráfico para entregarlos -no extraditarlos- a EU.
El radical cambio de postura de Sheinbaum es interpretado por algunos analistas como una señal de distanciamiento con Andrés Manuel, quien durante su gobierno canceló toda colaboración con Estados Unidos en materia de combate al narcotráfico; y hay también quienes consideran que serían una ofrenda para proteger a AMLO.
Está por verse si, como algunos anticipan, a esta entrega le seguirá la de algunos políticos morenistas; y, también, cómo resultará el enfrentamiento interno que se vive en ese partido por el control del poder, incluyendo a sus representantes simbólicos del nepotismo más atroz.
Para los mexicanos recuperar la seguridad del país pasa, necesariamente, por desvelar los nexos de políticos mexicanos con los cárteles y su detención; pero la duda es ¿qué pasará con las 22 gubernaturas y la mayoría en el Congreso que presuntamente Morena logró gracias a estos apoyos?
Son días de insomnio y terror para los morenistas y de confusión para algunos miembros de la oposición. Si bien hay quienes celebran que Trump esté logrando lo que los gobiernos mexicanos no han podido -o querido-, y exigen la entrega de políticos de cuello blanco y guinda que gozan de impunidad, conviene ser prudentes y no adelantar vísperas no hay claridad de qué sigue en la relación México-Estados Unidos mientras siga la amenaza de los aranceles y de la intervención suave.
Periodista y maestro en seguridad nacional