Los mensajes comenzaron a llegar en cascada:
“Pendeja. Te vas a morir. Hija de puta”. La diputada federal Paola Félix Díaz acababa de abandonar el Partido Verde Ecologista de México, PVEM, para integrarse al Movimiento de Regeneración Nacional, Morena.
Las amenazas llegaron sobre todo a través de Twitter. Una de las cuentas más activas fue @eduger1317. Desde ahí se enviaron mensajes como estos:
“Ridícula hija de puta, qué dijiste ‘excelente movimiento’ solita acabaste tu inútil carrera pendeja, te vas a arrepentir”.
“Sí sabes con qué se paga una traición verdad pendeja??? Dicen que el pez por la boca muere, aquí será por sus actos pendeja!!!”.
La renuncia al Verde ocurrió a mediados de abril pasado. Las amenazas subieron de tono durante el mes siguiente. El pasado 16 de mayo, la diputada Félix presentó una denuncia en la Procuraduría General de la República.
El documento señala que “ante el temor fundado de que el señor Adrián Rubalcava Suárez atente en contra de mi integridad, paz y seguridad personal, ya que es de conocimiento público que tiene grupos de choque en la delegación Cuajimalpa, así como operadores que se dedican a atacar a periodistas en redes sociales… es que la suscrita formula la presente querella”.
De acuerdo con la legisladora de Morena, Rubalcava Suárez, diputado del PRI ante la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México, y ex delegado de Cuajimalpa por el mismo partido, la acosa y amenaza sistemáticamente, a través de miembros de su estructura, desde hace dos años.
El legislador ha sido señalado directamente como líder político del grupo de golpeadores e invasores de predios conocido como Los Claudios, que dirigían Claudio y Héctor González González.
Paola Félix llegó a la política desde una fundación dedicada a combatir la trata de personas. El PRI le propuso que se lanzara como candidata del Verde (su eterno aliado) en el distrito en que habitaba, el cual comprende una parte de Cuajimalpa y otra de Álvaro Obregón.
Rubalcava, dice, estuvo de acuerdo. Incluso la apoyó. Félix Díaz compitió y ganó. De acuerdo con un audio dado a conocer por EL UNIVERSAL, el priísta le pidió que no se tomara demasiado en serio su triunfo: le dijo que si él hubiera puesto a un perro, un perro hubiera ganado.
Y a continuación le pidió que hiciera política en Álvaro Obregón, pero no en Cuajimalpa: “No hagas política en los lugares en donde yo hago política, porque te voy a sacar”, le dijo Rubalcava, según la denuncia de hechos.
Félix Díaz carecía de equipo. Rubalcava, dice, le impuso como diputada suplente a María de Lourdes González. La suplente era miembro del grupo de Los Claudios.
En cuanto se supo que Paola Félix había ganado la elección, su suplente fue a verla para pedirle dinero.
“A ver, a ver, a mí cómo me puedes apoyar —se oye en un audio que en 2015 fue entregado a la procuraduría capitalina—. A ver, a ver, a mí en lo particular, que digas, a ver Lulú, esta va ser tú dieta cada mes, cada quincena”.
Cuando la diputada le dijo que no tenía presupuesto para eso, la suplente le advirtió:
“¿Sabes qué? Quédate con tu diputación, quédate con tu diputación, y el día que entres a Cuajimalpa lo piensas dos veces”.
Félix cuenta que recurrió a los coordinadores del PRI y el Verde, César Camacho y Jesús Sesma, que los puso al tanto de las amenazas y que no ocurrió nada. Sus brigadistas eran golpeados. A ella la amenazaron con quemarla con gasolina si ponía un pie en Cuajimalpa. Dice que Rubalcava le preguntó: “¿Entonces si un día vienes a Cuajimalpa y te atropellan es mi culpa?”.
Solo una mujer intercedió en su favor, la secretaria general del PRI, Carolina Monroy. Según la diputada, ella habló con Rubalcava y logró que bajara un poco el nivel de hostigamiento.
Félix admite que para trabajar en su distrito tuvo que adoptar una actitud de sumisión: “Imagínate, venir de luchar contra la trata y enfrentar esta violencia”.
Resistió casi dos años. Las amenazas y los ataques no cesaron. Los líderes del PRI-PVEM no movieron un dedo por ella. Dice que en ese lapso comprendió que en esos institutos nadie está interesado en hacer nada contra la trata: solo les preocupan sus propios intereses.
En un acto en Veracruz habló con López Obrador y le pidió que incluyera la trata en su agenda. AMLO la invitó a Morena.
Desde hace una semana, su historia está en manos de la PGR.