Prevalecen los votos sobre la razón en la reforma judicial. El Desaguisado dio inicio en el Congreso de la Unión, con la imposición de una mayoría de votos, no por mayoría de razón. Vinieron las impugnaciones a las reformas que adolecen de infinidad de deficiencias legislativas, políticas, así como de razones jurídicas; las amenazas se hicieron presentes frente a la real posibilidad de haber declarado la inconstitucionalidad de una parte de esas reformas a la Constitución. Desde la Presidenta de la República hasta los legisladores del oficialismo no dejaron de fustigar y presionar a las y los ministros; nunca con la fuerza de los argumentos de las ideas legales; no, las amenazas fueron en tono intimidante. Se jactaron de no cumplir ninguna de las resoluciones de las autoridades judiciales; negaron la capacidad de la Corte para “tumbar” sus míseras reformas que juegan con la composición del Poder Judicial, para postrarlo a la voluntad de los otros dos Poderes.
rLo advertimos en esta columna, no había más que 2 posibles escenarios en la Corte; la procedencia o improcedencia de las acciones de inconstitucionalidad. Al final, el voto “negro” del ministro Alberto Pérez Dayán, quien siempre adoptó la postura de brazos cruzados —lo que en psicología significa una barrera, una especie de protección frente a lo que tememos o no estamos de acuerdo— terminaría por aprobar la improcedencia de las acciones de inconstitucionalidad. Su argumento de fondo, que la Corte no puede declarar la inconstitucionalidad de las reformas. Mismo criterio que mantuvieron las 3 ministras del oficialismo. 4 votos de 11 ministros fueron suficientes para convalidar las terribles reformas a la Carta Magna que destruyen a las instituciones de impartición de justicia, para convertirlas en botín político-electoral.
rCircunstancialmente al ministro Pérez Dayán, le abrieron carpetas de investigación ¿Sería esa la razón de su voto? Él lo negó. Simplemente favoreció al oficialismo. Legisladores y la presidente de la República, habían adelantado que no acatarían la sentencia de la SCJN, tenían un plan para no cumplir con ella. Nada extraordinario de acuerdo a la delincuencial conducta que han adoptado al no acatar los mandatos de la justicia. No fueron 8 votos de ministros, como dijo la Presidenta, bastaron 4 para conseguir lo que quería. Turbio y peligroso escenario desmantelado con el resultado de la sentencia. Los afectados acudirán a instancias internacionales a exigir la justicia que en México les fue negada.
Analista legislativo. @HectorParraRgz