Dos nuevas iniciativas de reforma a la Constitución de 1917 que se sumarán a las 770 previas, anunció la presidente Claudia Sheinbaum en el 108 aniversario de la Carta Magna. Por los aplausos de los invitados al festejo morenista, una de ellas no fue del agrado de muchos de los presentes en el evento celebrado en el Teatro de la República, en el Estado de Querétaro. Una de ellas pretende eliminar el reeleccionísmo al que ya le tomaron aprecio la mayoría de los legisladores federales y locales, como es el caso de los presidentes de ambas Cámaras que acompañaron en el presídium a la presidente de la República. La semana pasada el grupo parlamentario del PT, que se reunió con la Secretaria de Gobernación, expresó su oposición a las iniciativas que hoy se hicieron oficiales; la señora Rosa Icela Rodríguez, ofreció lo que no cumplió. La otra iniciativa sin mayor trascendencia, solo para la publicidad del nepotismo que tanto practican en el gobierno.

Distó mucho el evento de una conmemoración del 108 aniversario de la Constitución, más se pareció a un acto partidista de funcionarios en el poder público. La señora presidente llamó a la unidad que ella misma no demostró al desdeñar a su homóloga del Poder Judicial federal, que no fue invitada a un acto por demás de naturaleza republicano; su presídium fue ocupado por militantes y funcionarios de su partido, la mayoría mujeres Secretarias de Estado en ausencia de la representación de uno de los Poderes constitucionales del Estado Mexicano. Siguen sin perdonar que la ministra presidenta por no haberse levantado de su lugar cuando llegó al mismo recinto del Teatro de la República el entonces presidente, al cual no se cansa de mencionar la titular del Poder Ejecutivo.

Seguramente la iniciativa de la no reelección a la que se refirió la Presidenta, tratará de los mismos cargos de elección popular, para dar oportunidad a los “cirqueros” de seguirse columpiando de la Cámara del Senado a la de Diputados, para darles la oportunidad de “brincar” de una Cámara a otra o de la federal a la local o viceversa o bien a una gubernatura. Así será. Veremos ficción política, como diría en su momento Carlos Salinas de Gortari: política ficción. Morena o el gobierno federal, que suelen confundir como un solo ente político, no puede darse el lujo de promover la división con sus aliados políticos, se quiebra; se quedaría sin la mayoría parlamentaria que necesita para aprobar cualquier reforma a la Constitución. Habrá ajustes en la redacción.

Analista legislativo. @HectorParraRgz

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