Activismo político de Ricardo Monreal sin freno. En menos de 3 mese del gobierno del 2º piso, el legislador ha tenido diversos actos polémicos. El primero de ellos, cuando su amigo y senador Adán Augusto López intentó reformar el artículo 1º constitucional, para eliminar el control de convencionalidad, fue precisamente Monreal quien paró la intentona, hecho que terminó solo en la “supremacía legislativa”, reformando los artículos 103 y 105, dejando de ser impugnables los actos legislativos y eliminando las acciones de inconstitucionalidad y controversias. Luego vendría el uso abusivo del helicóptero, que le trajo la reprimenda directa de la presidenta Sheinbaum. El tercer escándalo, de corrupción; esta vez, por denuncia directa de su amigo, el senador, derivado de una administración fraudulenta de los recursos económicos del Senado de la República, por parte de Monreal, de cientos de millones de pesos.
Esta última evidencia las fuertes diferencias que existen entre los excandidatos a la Presidencia de la República de Morena. El escándalo si bien la presidenta Sheinbaum intentó restarle importancia, matizando el asunto como un problema leve, obligó a que ambos legisladores, Adán Augusto y Ricardo, se reunieran con la Secretaria de Gobernación, para limar asperezas. Hicieron público el llamado presidencial. Después de ello, no se sabe si el senador desistirá de las denuncias administrativas y penales o seguirá adelante con ellas. Lo cierto, quedó el antecedente de actos de presunta corrupción que denunció en la tribuna del Senado, acaecidos durante el tiempo de la administración del hoy diputado federal Ricardo Monreal, quien negó las imputaciones de su compañero de partido ¿Regresan las tribus perredistas?
El morenista por accidente, Fernández Noroña, presidente de la mesa directiva del Senado, minimizó el problema y lo dio por resuelto. Al final de este capítulo protagónico de Monreal, es cierto que quedó en el ambiente político la certeza de la existencia de actos de corrupción por parte del morenista Ricardo Monreal, faltando así a la doctrina de “no robar” ¿Todos a callar? Es hecho viene a fortalecer el criterio existente de la opacidad en los gastos de los gobiernos morenistas, como el de las mega obras en el sexenio pasado, no fueron sujetas a licitaciones, además se cubrieron del falso argumento de ser obras de “seguridad nacional”. Miles de millones de dólares sin poder ser auditados. Por lo tanto, no extrañará que el asunto denunciado por el senador no trascienda más.
Analista legislativo. @HectorParraRgz