En los próximos 25 años se necesitará 60% más de alimentos debido al crecimiento poblacional. En México, la dependencia de importaciones de maíz y frijol sigue en aumento: en 2024, se importarán 23.9 millones de toneladas de maíz, y las importaciones de frijol crecieron 141% respecto a 2023. El superávit comercial mexicano depende de productos como aguacate, jitomate, frambuesas y destilados de agave.
Sin embargo, la superficie cultivable ha disminuido un tercio en 40 años. La agricultura intensiva y el uso de agroquímicos han generado 256 millones de intoxicaciones agudas en el mundo y contaminado 59.1% del agua superficial en México. Globalmente, la proliferación de algas nocivas en lagos podría aumentar 20% para 2050.
En salud, 36.5 millones de mexicanos padecen síndrome metabólico (SM), y a nivel global uno de cada tres individuos lo padece. La dieta es una causa importante de cáncer (responsable de uno de cada seis decesos) y el SM en México se asocia con alimentos no compatibles con los genes metabólicos locales. El desafío es aumentar la producción alimentaria, minimizar el impacto ambiental e incrementar los bioactivos en los alimentos.
Así asume la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) el compromiso de contribuir en lo que le corresponde para enfrentar estos desafíos.
Uno de los pilares de la UAQ alusivo a los desafíos es el Programa de Doctorado en Ingeniería de Biosistemas. Este programa se distingue por contar con un Núcleo Académico Básico integrado por investigadores del Sistema Nacional de Investigadores (SNII) y expertos en diversas disciplinas. El programa promueve el respeto a la diversidad y mantiene un alto índice de graduación (84.5%), con 90% de sus egresados como miembros del SNII, y una destacada productividad científica de 2.5 artículos indizados en promedio por estudiante.
La UAQ ha desarrollado tecnologías en áreas críticas, incluyendo:
Tratamiento de residuos orgánicos mediante la mosca soldado negra y el balance de nutrientes en sistemas acuapónicos.
Control de enfermedades en plantas y déficit hídrico, junto con la producción de bioactivos benéficos para la salud.
Uso de señales biofísicas para el manejo de recursos hídricos.
Producción de metabolitos secundarios de alto valor, como compuestos anticancerígenos a partir de hongos.
Implementación de economía circular, sistemas embebidos para automatización y control en biosistemas, agricultura 4.0, cultivos múltiples y recuperación de microorganismos benéficos del suelo.
El programa colabora ampliamente con instituciones nacionales e internacionales, obteniendo financiamiento de fuentes públicas y privadas, lo cual refuerza su capacidad de innovación y contribución al sector agroalimentario.