En una conferencia, El PRI, el PAN y el PRD, partidos que conforman la alianza Va Por México, en integrantes de la sociedad civil, presentaron el método para seleccionar candidato de oposición que participará en las elecciones presidenciales del próximo año. Para tal efecto se integró el Frente Amplio por México, anunciaron también los lineamientos generales que mediante una fórmula híbrida y multifactorial se elegirá a esta persona.
Al evento acudieron 15 políticos han expresado su deseo de ser candidatos a la presidencia por parte de la coalición. Los aspirantes entraron a la sala uno tras y otro y fueron sentados en lugares elegidos por medio de un sorteo.
El proceso está dividido en tres etapas, la primera comenzará el próximo 4 de julio, con el registro de quienes quieran participar. Estos deberán estar respaldados por militantes, simpatizantes o integrantes de la sociedad civil a través de una plataforma electrónica.
Quienes obtengan el mínimo requerido, pasaran a la segunda etapa en donde participarán en un foro para discutir y analizar su visión sobre México. Además, se realizarán estudios de opinión pública que servirán para elegir a tres personas.
Los tres perfiles con mejores resultados en los estudios de opinión pasarán a la tercera etapa. Posteriormente se realizará una consulta directa. Los resultados finales tendrán el mismo valor y al finalizar ambos se revelará el nombre del ganador.
La consulta será para elegir al Responsable de la construcción del Frente Amplio por México, sobrenombre con el que bautizaron a sus precandidatos presidenciales para no violar los tiempos previstos en la ley para el arranque de las elecciones presidenciales en 2024.
El método del Frente Amplio por México es un modelo perfectible, pero al mismo tiempo hay mucho entusiasmo, sobre todo en las organizaciones civiles que participaron en el lanzamiento del frente. La organización UNID@S, dijo que era un acto “inédito” lo que se estaba conformando, porque la ciudadanía sería quien elegiría la candidatura presidencial.
Pero, en medio de las interrogantes que aún quedan, se percibe un razonable nivel de aceptación del método por parte de los organizadores, así como de la mayor parte de las personas que han decidido participar como candidatos.
La candidatura opositora tiene que ser coaligada entre la sociedad y los partidos políticos, con la participación de políticos y representantes sociales de todo el espectro, es necesario que esté presente la sociedad en este proceso, de lo contrario, no se cumplirá con las expectativas.
Cualquiera que resulte ganador de la contienda presidencial del próximo año, tendrá que llegar a organizar el gobierno, reestructurar los desaciertos que el régimen de López Obrador está dejando por todo el panorama nacional. Es un hecho que quien aspire a la candidatura opositora desde la alianza, tiene que integrar un programa de gobierno que busque el rescate nacional.
No sólo los evidentes en materia económica, sino en temas de seguridad y falta de Estado de derecho, el desmantelamiento institucional y el total descuido de la creación y manutención de la infraestructura verdaderamente necesaria para México.
La prioridad, regresar al país la condición de un Estado de instituciones, con división de poderes y respeto de la ley.
Hacer que las leyes se cumplan en materia de seguridad pública, procuración e impartición de justicia.
La sociedad civil exige que en el siguiente sexenio se de una profunda reconstrucción nacional y eso será una ardua tarea para quien tenga que encabezarla, porque, si lo hace bien, a algunos no les gustará. Primero el programa y después quien lo encabece. La oportunidad es única no la perdamos.
Expresidente municipal de Querétaro y exlegislador @Chucho_RH