“No me vengan con ese cuento de qué ley es la ley”. Andrés Manuel López Obrador. 6 de abril del 2022. Nos recuerda la frase que se le atribuye al rey de Francia y Navarra Luis XIV (1638-1715), “El Estado soy yo”, representa el período en Europa conocido como absolutismo monárquico que comienza desde los inicios del siglo XVII hasta finales del siglo XVIII, culminando con la Revolución francesa del año 1789.
La frase pronunciada por el monarca refleja el absolutismo e introduce el período histórico que surge con el nacimiento de la Ilustración en el mismo período. Debido a que albergaba todos los poderes en su persona.
Por otro lado, la expresión del Presidente tomó por sorpresa a varios políticos y juristas. El propio mandatario había hecho una declaración impensable para el titular del ejecutivo federal.
Conociendo el carácter del Presidente, sus incondicionales buscaron la forma en la que debían defender la posición que había sido dictada por el ejecutivo no importaba que al momento de tomar su cargo, está obligado a defender la Constitución y las leyes que de ella emanan.
La expresión surgió cuando el presidente hablaba de la Ley de la Industria Eléctrica, reforma que debía pasar por la Suprema Corte de Justicia. Como lo hace muy a menudo, tergiversa los temas para acomodarlos a su peculiar forma de ver las cosas, y anteponiendo el autoritarismo que ha mostrado desde el inicio de su gobierno, agredió a los que se oponen a su voluntad, respecto de acomodar la ley de la Industria Eléctrica como le convenía.
Aunque el pasaje parecía haber sido una anécdota desafortunada para muchos, para otros, era la declaración más importante que demostraba a todo el mundo la verdadera cara de quien la había expresado, hará todo lo que considerara necesario para imponer su pensamiento y voluntad, además sus aliados tomaron la declaración al pie de la letra, y empezaron a analizar las cosas, suponiendo que fue un permiso para pasar por encima de la ley, y tomar las cosas que les fueran necesaria, sintieron que recibían el permiso divino. Es lo que ha dejado ver en todas las formas posibles, el ejecutivo federal.
Pero no son los únicos, ¿qué puede interpretar un integrante del “pueblo bueno y sabio”?, de la misma forma que los más cercanos, pareciera que existe una clara permisividad para tomar todo aquello que no les pertenece, o que pueden transgredir la ley cuando se les antoje, total, para el presidente: “la ley es un cuento”.
Por estas y otras prácticas cotidianas de López Obrador, en un momento dado podría no querer entregar la banda presidencial a nadie que no sea de su movimiento, y que incluso, es capaz de generar un caos para aprovecharse de la confusión y quedarse por más tiempo en el poder. El interés de López porque fuera Sheinbaum la candidata, debería quedar más que claro, ya que, con la hoy candidata, asegura impunidad y mantiene el poder.
Para el mandatario es de suma importancia que gane holgadamente su candidata; además de obtener la mayoría calificada en el Congreso, y con ello, lograr imponer las reformas que ya encargó a su sucesora, y, por supuesto, el Maximato, que ya hemos comentado.
López Obrador también ha repetido que no buscará reelegirse. Para una gran parte de los estudiosos del derecho, la sola idea debería quedar descartada, a estas alturas, ya no le alcanza el tiempo para modificar la Constitución, pero entonces será necesario repetir la frase “a mí no me vengan con el cuento de que la ley es la ley”.
El país entero se encuentra en estado de alerta por la violencia que domina en gran parte del territorio nacional, hablar de golpe de Estado o de reelección es para reflexionar. En una democracia nadie puede ni debe estar por encima de la ley, pero los populismos están gobernando en muchas partes del mundo y no respetan la ley.