Casi siempre nos vemos deslumbrados, si no atraídos —no es regla, claro está— por aquello que está más colorido, “más completo” o sobre presentado (con ello pretendo decir que tiene atributos de más o algún tipo de exceso…). Este deslumbramiento en ocasiones provocado por la propia lógica del producto, servicio o persona puede exacerbar nuestras percepciones y, con ello, el entendimiento correcto y completo de todo.

Este martes, #DesdeCabina, esta que regresa a la senda semanal de entregas, quiero compartir mis impresiones respecto de esta frase, a veces desgastada, en otras ocasiones subutilizada y en la gran mayoría del tiempo, poco entendida. Para empezar, quién dijo “menos es más”; según los registros más recientes, esta frase fue utilizada por el arquitecto Ludwig Mies van der Rohe, para describir su estilo de diseño arquitectónico minimalista, sin exceso de formas o espacios; el propio Steve Jobs, en su lógica de diseño, transmitía a su equipo de diseñadores de Apple su expectativas respecto a la cantidad de botones, la iconografía del software o incluso hasta el diseño del empaque y la experiencia misma de desempaque de cada dispositivo se concebían bajo esa premisa.

Sin embargo, entender las implicaciones de “menos es mas” en ámbitos del desarrollo humano, la vida cotidiana para el manejo de nuestro tiempo, el orden en nuestra casa o incluso en contextos más públicos como la política, es otro cantar. Cuando nos enfocamos, por ejemplo, en pocas tareas en el trabajo o en casa —adecuadamente priorizadas—, podemos poner más énfasis en la calidad de nuestras tareas y proyectos que permitan incluso abrir ventanas para el espacio personal y provocar con ello un balance, en la gran mayoría de las ocasiones, tan necesario para el bienestar humano.

Otro ejemplo sumamente claro y que seguro muchos de nosotros hemos vivido alguna vez son los trámites gubernamentales, el aplicar para un permiso empresarial, la obtención de una licencia para conducir o la gestión del pasaporte son sendos ejemplos de que lo normativamente puede provocar pasos y secuencias tortuosas y desgastantes, no se trata de “obviar” procesos cuya garantía documental deba asegurarse a toda costa, pero sí de transitar fluidamente y con los pasos necesarios hasta lograr el objetivo.

Otro ejemplo en particular es el de las campañas políticas; qué bueno sería escuchar o leer mensajes claros de las propuestas de mejora (por no llamarles de campaña), sin denostaciones a los contrincantes, sin exceso de publicidad gráfica, sin sobresaltos ni atrabancamientos, sin mensajes subliminales, simplemente comunicando de forma clara y sencilla.

Y podríamos enumerar muchos más ejemplos. Hoy #DesdeCabina refuerzo mi convicción por el enfoque minimalista, simple, sin adornos ni excesos, sin complicaciones y con claridades, sin apasionamientos pero con mucho sentido humano, con visión amplia y grandes proyectos, pero con enfoque y, sobre todo, con un gran sentido de utilidad, en todo en lo que me involucre. Hoy más que nunca, quiero disfrutar en mi vida el “menos es más”, no sólo para enfocarme y cuidar de mí, de mi tiempo y de los míos, sino también para dar mayor valor y sobre todo, para servir mejor a mis semejantes.

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