La llegada de la fabricante de aeronaves con sede en la provincia de Quebec en Canadá desató el relanzamiento de la industria aeroespacial del país, estados donde existía presencia de empresas dedicadas a la proveeduría y servicios para el sector de manufactura aeronáutica reforzaron sus esfuerzos para incrementar la cantidad de empresas, promoviendo la llegada de mayor diversidad de empresas y complejidad en productos y sistemas para la incipiente industria. Todo ello provocó que en apenas una década hacia el 2016-2017 México se convirtiera —y particularmente Querétaro— en la 4a región más atractiva para la inversión extranjera directa.
Instrumentos de política pública, creados de manera coordinada entre el gobierno federal y el estado de Querétaro, como fue el caso de la Universidad Aeronáutica en Querétaro (UNAQ), permitieron acelerar y consolidar la dinámica del estado en materia de atracción de inversión gracias a un modelo de formación mayoritariamente práctico y estrechamente vinculado a la industria aeroespacial. Esto eventualmente atrajo una vocación de gran impacto para el estado, cuando en 2014 se logró la llegada de la base de mantenimiento de aeronaves más grande de México —y 2a más grande en América Latina en la actualidad—; me refiero propiamente dicho a la empresa TechOps, creada a partir de la alianza estratégica entre las aerolíneas Delta Airlines y Aeromexico.
Sin embargo, la historia del Aeropuerto Internacional de Querétaro no sólo está ligada a una sede de la industria de manufactura de componentes y sistemas de aeronaves o del mantenimiento y reparación de aeronaves y sistemas, también, a la par de todo el desarrollo industrial suscitado a partir de la existencia del AIQ, se fueron gestando las capacidades para la transportación de carga y la atracción de compañías de transporte de mensajería y paquetería de corte nacional e internacional, todas ellas gestionadas por una compañía que le apostó a invertir y desarrollar la terminal de carga y logística del aeropuerto y a consolidar las capacidades de operación de una aduana interior regional junto con un recinto fiscalizado, todo ello abonando a la competitividad y facilidad para el transporte de mercancías desde y hacia Querétaro para todo el ecosistema industrial del estado. Hoy en día la terminal de carga se coloca en el lugar número 4 a nivel nacional solo por detrás de aeropuertos como el de MTY, GDL y AIFA, siendo esta vocación la que mejor posiciona a nivel nacional a nuestro aeropuerto.
No podemos hablar de un aeropuerto si no comentamos sobre el devenir de su función sustantiva, el transporte de pasajeros. Las capacidades y evolución del aeródromo queretano se han reconfigurado significativamente a lo largo de los años. El edificio terminal que todos conocen, con la sala de documentación recientemente remodelada, una sala de llegadas y sus dos salas de última espera —una de ellas de reciente habilitación— y 5 posiciones de contacto para abordaje utilizando pasillos telescópicos, se ha modificado 5 veces y ha crecido 7 veces en términos proporcionales a su tamaño original cuando se iniciaron operaciones en noviembre de 2004, en las dos décadas de vida se han pasado de apenas unos cientos de pasajeros transportados al cierre del 2004 a los más de 2 millones con que el 2024 cerrará. La conectividad aérea ha sufrido importantes cambios en estas dos décadas y de ello quiero platicar en la siguiente entrega. CONTINUARÁ.
@Jorge_GVR