Como legislador mexicano en el mes de julio de 2001 tuve la oportunidad de visitar la ciudad de Caracas, capital de la nación sureña Venezuela, para participar en la I Cumbre sobre la Deuda Social y la Integración Latinoamericana, y comenzaba a gobernador esa nación Hugo Chávez, con sus ideas nacionalistas y tercermundistas al estilo de los años 70’s del Presidente Mexicano Luis Echeverría Alvarez o al venezolano Carlos Andrés Pérez que fueron contemporáneos.
Tuve la fortuna de percatarme que Venezuela y Mexico, en su sociedad y economía en esos momentos eran muy parecidos, nuestra economía estaba petrolizada y dependía también de la industria turística, aún cuando Mexico despuntaba para una consolidación como potencia industrial en varios de sus estados.
El discurso inaugural de dicha cumbre estuvo a cargo del presidente Hugo Chávez, quien había tomado el poder hacía menos de dos años o sea el 2 de febrero de 1999 y que lo dejaría tras su muerte acaecida el 5 de marzo, siendo sustituido por Nicolás Maduro primero como interino y electo el 14 de abril del 2013 y hasta la fecha sigue al frente del gobierno, debiendo haber relevo este 10 de enero o en su caso de imponerse la “dictadura bolivariana” seguir en el gobierno por siguientes cinco años.
El discurso de entonces de Hugo Chávez, aprovechándose el foro ante los parlamentarios prácticamente de toda América, torno en cuanto a proponer la Unión de Naciones Latinoamericanas y que debería de tener como centro la ideología que había enarbolado Bolívar al momento de independizarse de la España y por ende debería denominarse Unión de Naciones Bolivarianas.
Con el paso del tiempo el gobierno Bolivariano de Venezuela ha ido desmantelando y socavando las instituciones, como ha sido el propio congreso legislativo y el poder judicial, así como designando autoridades electorales a modo, al grado tal que el Consejo Nacional Electoral válido las elecciones a favor de Nicolás Madura por 51.20% de los votos, contra 44.20 del candidato opositor Edmundo González, lo que ha causada la informada del pueblo.
En tanto la oposición ha declarado que el candidato triunfante fue Edmundo González con el 67 por ciento de la votación y tan solo 30 por ciento de Nicolás Maduro, para lo cual han expresado y mostrado que dicho resultado se desprende de las actas de escrutinio que se levantaron en caca uno de los centros de votación.
La idea indiscutible de la oposición es sin lugar a dudas, María Corina Machado, quien comenzó a participar en la política desde principios de la era chavista, al grado tal d e llegar a ser diputado y confrontar cara a cara al propio presidente en la asamblea nacional a quien acusó de haberle robado a los venezolanos.
Logró Maria Corina Machado construir una férrea estructura electoral en todo el territorio nacional con los llamados “comanditos” quienes hicieron campaña por el candidato opositor y el día de la jornada electoral movilizaron a quienes votarían en favor de Edmundo González y acopiaron las actas que en cada centro de votación se dio, ante la sorpresa del régimen en turno.
La oposición tuvo la certeza de hablarle a los poco más de 7:5 millones de connacionales que ha tenido que salir del país, por las condiciones que se viven en el país, mismos que a la vez influyeron en el sentir del voto de familiares y amigos que aún radican en el país y tuvieron oportunidad de ir a votar
No obstante la voluntad popular expresa en las urnas y ante la declaratoria oficialista en favor de Nicolás Maduro y por lo tanto la acción opositora en el exterior e interior del país, se espera este 10 de enero una jornada donde habrá de definirse si se respetará la voluntad del pueblo expresada en las urnas o la díctada por un organismo del oficialismo, por lo que este 10 de enero los ojos del mundo occidental y en particular de América estarán puestos en lo que pase en Venezuela, por lo que estará en el ojo de la democracia.