19/09/2024 |08:41

En este mes de septiembre se cumplieron los 85 años de fundación del Partido Acción Nacional PAN y en conmemoración de ello el día de hoy se le impondrá el nombre de José de Jesús Rafael Puga Tovar al auditorio del Comité Directivo Estatal de Querétaro. Rafa como lo conocimos los panistas, desde su nacimiento llevaba la sangres azul partidista en sus venas con su padre José Puga Vertiz y su mamá Rafaela Tovar.

En su quehacer partidista, siempre tuvo presente el Deber Ciudadano que todos los que entramos a militar en ese partido político nos llama a la acción política, que como lo diría nuestro fundador Manuel Gómez Morín, es un “… oficio complejo y no exento de molestias y de riesgos profesionales”.

Y estas molestias o riesgos, nuestro fundador lo ejemplificaba de esta manera “entre los que no es ciertamente el mayor el de tropezar con los pistoleros físicos o intelectuales del régimen. Oficio que toma tiempo, que arranca del hogar y del trabajo, que merma ocasión de otras más placenteras o aparentemente más altas tareas. Informarse de las necesidades y de los problemas comunes, juzgar de proposiciones, ofertas y programas; participar en deliberaciones, alzar justas protestas, extender o soportar el proselitismo, tolerar y saber que hay que hacerse tolerar; tomar la carga de decisiones difíciles y de trascendencia. Y también, cuidar del padrón, hacer cola en las casillas, pelear contra los ladrones de ánforas y de votos; ser candidato, hacer campañas, defenderse en colegios electorales inicuos.., ser diputado durante tres años y machacar, desdeñando provocaciones, desnudandomistificaciones y falsedades, contra un muro que ni siquiera es de incomprensión o de genuina discrepancia intelectual, sino de sumisión infrahumana”.

Concluyendo con ese pensar del deber ciudadano, expresando “ Ese es el oficio que debemos aprender y practicar porque en él, sólo en él, se cumple el deber ciudadano. Como todo oficio, no siempre parece tarea levantada. Se oculta su dignidad a quien olvida el cantero que con los ojos puestos en su trozo de piedra, está labrando la Catedral, o al batidor de lodo y paja que construyó “con adobe mexicano” el prodigio de gracia de nuestros templos.”

Y ese deber ciudadano siempre lo cumplió a cabalidad Rafa Puga en su quehacer como panista, como legislador, como dirigente de partido y como funcionario público, por ello es muy merecido el reconocimiento que hoy se realiza por el Partido Acción Nacional en el marco conmemorativo de los primeros 85 años de este instituto político.

Bajo la dirigencia de Rafael Puga, fue factible que en el año 2006 el Partido Acción Nacional PAN obtuviera en la contienda electoral el triunfo en la Presidencia de la República en el Estado, las dos senadurías y las diputaciones federales que se pusieron en juego, así como la mayoría calificada del Congreso Estatal y la mayoría de los Ayuntamientos.

Su trato siempre fue reflexivo y conciliador, constructor en la arquitectura política de nuestro estado, como legislador y como funcionario público en el primer ayuntamiento ganado Acción Nacional encabezado por Paco Garrido como también los encabezados por Pancho Domínguez y Luis Nava, dando ejemplo de lo que debe ser un ciudadano metido en la vida política de su estado y por ende su país.

Como ser humano también fue excepcional como hijo honrando el ejemplo de sus padres, como hermano, como esposo y como padre, desde luego como compañero de una y mil batallas, siempre trabajando con la gran satisfacción del deber cumplido.

Así como el hay miles y miles de mexicanos, con con el Deber ciudadano sacaremos adelante nuestra Patria en estos momentos de emergencia nacional y nos preparamos en el ámbito político a la conquista de los triunfos electorales y desde luego los que tenemos una responsabilidad en la administración pública realizar el mejor de los esfuerzos para el cumplimento del deber para con todos sin importar la pertenencia partidista porque esa es la razón de ser de quienes tenemos esas responsabilidades. Como siempre lo hizo nuestro buen amigo Rafa Puga, con legado siempre presente.