Fue empresario llegando a ser director de la empresa de seguros donde había iniciado como oficinista, presidente de Confederación Patronal de la República Mexicana COPARMEX, Secretario del Trabajo y Secretario de Gobernación en la Administración Pública Federal 2000-2006, Secretario de Estudios del Partido Acción Nacional PAN y Director de la Fundación Preciado Hernández de ese instituto político y partiendo a la Casa del Padre el 2 de diciembre del 2008, y cuando le preguntaban si él se consideraba un “político católico” respondía que no, por que el se consideraba “un católico en la política”, así era Carlos María Abascal Carranza.
Mis amigos panistas seguido me preguntan qué deben hacer para hacerse presentes con la gente y los puedan tomar en consideración, a los que les respondo que hagan bien lo que les corresponda, sin que vean a las personas con una “V” de voto sino de “B” de Bien Común, de tal manera que como dice el evangelio “…Al que te pida, dale; y al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames.- Traten a los demás como quieran que los traten a ustedes; porque si aman sólo a los que los aman, ¿qué hacen de extraordinario?”.
Así es, desde el servicio público debemos servir a todos, todos, no importando su votaron por ti o si votarán por ti, por que nuestros misión es servir procurando el Bien Común para todos, incluso al “enemigo” y ahí esta la conseja del evangelista Lucas “…Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los aborrecen, bendigan a quienes los maldicen y oren por quienes los difaman. Al que te golpee en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite el manto, déjalo llevarse también la túnica”.
Y también me acordé de aquellos que con los programas sociales, producto de tus y mis impuestos entregan al pueblo, dicen que lo hacen por que “… amor con amor se paga…” cuando se dice en ese se texto el evangelio “…Lo mismo hacen los pecadores. Si prestan solamente cuando esperan cobrar, ¿qué hacen de extraordinario? También los pecadores prestan a otros pecadores, con la intención de cobrárselo después.- Ustedes, en cambio, amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar recompensa…”, por lo que en la función pública debemos hacer el Bien sin esperar recompensa, pero si lo hacemos bien la recompensa vendrá.
Finalmente se nos invita a “…No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados; den y se les dará: recibirán una medida buena, bien sacudida, apretada y rebosante en los pliegues de su túnica. Porque con la misma medida con que midan, serán medidos". Y desgraciadamente en muchas ocasiones a los políticos se nos olvida que ciudadanos somos y en ciudadanos nos vamos a convertir, y que por lo tanto debemos tratar al ciudadano que hubiéramos querido y quisiéramos que nos trataran cuando dejemos de ser políticos o detentar un cargo público.
Yo soy un convencido de la “política sin adjetivos” por ende sugiero que no “adjetivásemos” el actuar de nuestros adversarios políticos, por que tarde o temprano vamos a necesitar el uno del otro, si es que realmente queremos procurar el Bien Común y el Bienestar de la gente, recordando que “..con la vara que midamos, seremos medidos…”.
Don Carlos María Abascal Carranza, como un católico en la política, era un hombre congruente; siempre actúo con los valores y principios que como católico le inculcaron e incluso por eso abrazó la causa partidista del PartidoAcción Nacional por que al igual en la Confederación Patronal de la República Mexican, los principios que les rigen son emanados de la Doctrina Social Cristiana, por ello les invito como él nos invitaba a todos a hacer realidad en nuestra acción política esos valores y principios, estando seguros que la recompensa será mucho muy grande.