El desafío que representa disponer de agua suficiente para atender las necesidades del presente y del futuro para Querétaro persiste, se tiene un rezago acumulado que se manifiesta por el abatimiento de las aguas subterráneas en los acuíferos de la entidad. Ha sido más de medio siglo de extracción de agua del subsuelo que supera con mucho su recarga natural.

Los usos del agua son diversos, la agricultura y la ganadería, el consumo de la población y la actividad industrial, entre las principales.

En parte de la zona (2500 km2, 2.76 % del total de superficie de la Cuenca Lerma-Chapala) que nuestro estado ocupa en la cuenca Lerma-Chapala se encuentra nuestra ZMQ, la cual no tiene posibilidades significativas de abastecimiento que aproveche los escurrimientos que las lluvias proporcionan. Ha sido por ello que se ha recurrido obras como Acueducto II, inaugurada el 17 de febrero de 2011, trayendo agua de la Cuenca del Pánuco, más precisamente de la zona de Zimapán (Presa Zimapán), la cual luego de recibir tratamiento de potabilización es entregada a la población.

Acueducto II proporciona un abasto anual del orden de 50 millones de metros cúbicos, lo cual se consideró que resolvería los requerimientos durante 30 años, permitiendo la estabilización del acuífero del Valle de Querétaro y ayudaría el crecimiento de otros polos de desarrollo; desafortunadamente, a la fecha, el acuífero sigue siendo sobreexplotado.

El acelerado crecimiento y desarrollo que han caracterizado a Querétaro, no se ha acompañado de la disponibilidad de agua que requiere.

El actual Vocal Ejecutivo de la Comisión Estatal de Aguas, Luis Alberto Vega Ricoy, ha reconocido que se han tenido que rehabilitar pozos y que el abatimiento del acuífero sigue creciendo. Por ello el gobierno de Querétaro, con apoyo del gobierno federal, está avanzando en incorporar más agua a la ZMQ; se trata del sistema “Batán” que pretende realizar el tratamiento terciario del agua pluvial en la zona metropolitana, transformar ese recurso en agua potable hasta siete veces, conducirla a la presa El Batán y de ahí distribuirla para su uso.

Quien aquí escribe, ha explicado la complejidad para lograr una potabilización como la que se pretende y en la cantidad que se requiere, deseo el mayor de los éxitos.

Luego de la sequía de varios años que ha afectado a Querétaro y a la mayor parte del país, resulta pertinente mencionar que este mejor año de precipitaciones pluviales no permite considerar que con ello nuestras aguas subterráneas se recuperen.

Se mantiene el reto por lograr un desarrollo sustentable, se ha tenido progreso, pero persisten expectativas que no se han podido cumplir; existe importante actividad económica, mejora en la infraestructura, gran esfuerzo de los gobiernos estatal y municipales por ofrecer seguridad a los ciudadanos y atraer inversiones, estado de derecho y visión de futuro.

Entre los rezagos, se tiene el suministro de agua, ciertamente se está atendiendo; se ha invertido en la mejora del sistema de transporte y la movilidad, no obstante, el acelerado crecimiento de la ZMQ exige mejor planeación y mayores inversiones, además de acciones para disminuir la contaminación ambiental.

Ex Rector de la UAQ

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