Las naciones cuyos gobiernos y sociedad se han empeñado en ofrecer a su población educación de calidad, así como en realizar investigación en ciencia, tecnología e innovación, han construido lo que hoy conocemos como países del primer mundo.
Entre los atributos de la educación que se imparte en las naciones más avanzadas, se tiene el referente a la calidad de los estudios que imparten en todos los niveles, así como a sus contribuciones científicas, tecnológicas e innovación. Asimismo, tanto el sector público como el privado invierten importantes recursos económicos para ese propósito, para disponer de la mejor infraestructura.
Resulta, como consecuencia natural, que esas naciones avanzadas sean las que dominan en la generación de patentes y certificados de invención; son las que concentran la mayor cantidad científicos que obtienen galardones como el Premio Nobel que se otorga anualmente en Suecia.
Este galardón internacional se otorga para reconocer a personas o instituciones que hayan llevado a cabo investigaciones, descubrimientos o contribuciones notables a la humanidad en el año anterior o en el transcurso de sus actividades.
Entre los primeros cinco lugares se tiene a Estados Unidos que ha acumulado 400 galardones, que son el 30% del total, Reino Unido 138, Alemania 112, Francia 71 y Suecia 33; nuestro país ha logrado tres premios nobel y corresponden a Alfonso García Robles (Nobel de la Paz en 1982 junto con la diplomática Alva Myrdal Relmer de Suecia, por la firma del Tratado de Tlatelolco para la no proliferación de armas nucleares, además de su participación en la ONU para promover el desarme de los países que se unieron en 1978 y 1982), Octavio Paz (Nobel de Literatura 1990) y José Mario Molina Henríquez (Nobel de Química 1995, junto con el investigador estadounidense Frank Sherwood Rowland y el holandés Paul Crutzen).
El Premio Nobel obtenido por Mario Molina y sus colegas, derivó de sus estudios sobre la química atmosférica, la capa de ozono y los efectos de los gases industriales lo que llevaron a la creación del Protocolo de Montreal de las Naciones Unidas. El Dr. Molina es egresado de ciencias químicas de la UNAM, postgrado en la Universidad de Friburgo, Alemania y con doctorado en Física y Química por la Universidad de Berkeley (California) en Estados Unidos.
Mario Molina ha sido también profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts desde 1989, asimismo, entre otros premios, en noviembre de 2013, Molina fue condecorado con la célebre Medalla de la Libertad a manos del presidente de Estados Unidos en ese tiempo, Barack Obama.
Se requiere de un esfuerzo sostenido para que un país logre salir del subdesarrollo y generar las condiciones para la prosperidad de su población, en ello la educación de calidad es esencial; los recursos dedicados a la educación (generación de capital humano) no son un gasto, son una inversión.
Se ha señalado aquí, que la educación de calidad es uno de los instrumentos más poderosos para reducir la pobreza y la desigualdad, así como para establecer las bases para un crecimiento económico sostenido, como bien señaló el Premio Nobel de Economía 1992, Gary Becker, esto lo requiere México. (Continuará)
Ex Rector de la UAQ