En los 46 municipios de Guanajuato se encuentran historias de trabajo arduo y lucha ante las peores adversidades del ser humano. Aquí hay amor, pobreza, desigualdad, abundancia, desempleo, violencia, belleza y cooperación. Esos caminos de Guanajuato te llevan a Victoria, al noreste del estado, un valle con menos de 30 mil habitantes y lleno de mujeres y hombres bondadosos; nadie va para allá, te quedas a trabajar el campo o emigras a San Miguel de Allende o a la ciudad de Querétaro. Muchos más prefieren irse al Norte de operadores, albañiles, jornaleros o lo que vaya saliendo.
La vida de la señora Agueda es similar a la de millones de mujeres que se quedan en México a criar a sus hijos mientras sus esposos envían dólares que construyen sueños en su tierra natal. Su esposo trabaja en California desde hace unos años y ella recibe sus remesas en una cooperativa de ahorro y préstamo de Victoria. En su caja popular toma cursos de educación financiera y dice, las comisiones son menores. Sus dos nenas ya empezaron a ahorrar. Sólo hay un cajero automático y no hay bancos. Así es la realidad financiera afuera de las grandes ciudades.
En esta época de pandemia los migrantes mexicanos han enviado entre enero y agosto más de 26 mil 396 millones de dólares a sus hogares (un promedio de 338 dólares por remesa, poco más de 7 mil pesos) una fortuna que salva vidas en Jalisco, Michoacán y Guanajuato. Nunca antes se había recibido tantos dólares y tanto amor. Los trabajadores latinos en Estados Unidos fueron uno de los sectores más castigados por la Covid-19; sin embargo, no pararon en remitir dinero a sus padres, hijos, primos, etc. El esposo de la señora Agueda le hace envíos tres veces al mes, lo usa para dos cosas: consumo personal y ahorro. El ahorro es su mayor prioridad, sólo gasta lo necesario, es sistemático, y con una finalidad: crear un negocio sustentable en su pueblo de agricultura y ganado. Y estar juntos en familia otra vez, siempre juntos.
Las cooperativas trabajan para el desarrollo sostenible de la comunidad y su naturaleza es mejorar la vida de sus socios. Casi 10 millones de mexicanos son socios de una caja popular, más de la mitad son mujeres. La vida de las cooperativas tiene una máxima, “compromiso con la comunidad”. Ese es el séptimo principio cooperativo y significa que una cooperativa no puede permanecer indiferente a los problemas de la sociedad a la que pertenece. La migración es un fenómeno en el país que implica el quebrantamiento de las unidades familiares y un desarrollo local de corto alcance, una válvula de escape que solo atenúa la cruda realidad.
Se pronostica que al cierre de este año el monto de remesas superará los 39 mil 400 millones de dólares, dinero que enviarán mujeres y hombres que anhelan con regresar a casa y abrazar a todos. Las 159 cajas populares con sus más de 2 mil sucursales localizadas en rancherías, pueblos y ciudades los recibirán con amor y respeto ¡Gracias por tanto!