En nuestro inconsciente colectivo, al pensar en Marte pensamos en un planeta rojo con tonos y textura terrosa. Lo reconocemos como el planeta rojo debido a que su suelo contiene altos niveles de hierro y al estar en contacto con el dióxido de carbono de su atmósfera se oxidan, dando como resultado ese tono rojo vibrante que está ligado a la sangre y al dios griego de las guerras que bien representa la furia, el poder, la valentía y sobretodo la victoria.

Sin embargo, en el arte, Marte es un grupo de colores de óxido de hierro sintético en una gama que va desde el rojo anaranjado al violeta, amarillo, marrón y negro. Las variaciones de los pigmentos de óxido de hierro se distinguen por un descriptor de color o color principal, es decir, “Rojo de Marte” (mars red).

Los primeros pigmentos mars se fabricaban precipitando sulfato de hierro (también llamado “vitriolo verde” o “vitriolo marcial”) mezclado con alumbre con un álcali, como cal, soda cáustica, potasa, etc. Es decir, se aceleraba el proceso de oxidación para que los colores rojos o anaranjados salieran. El precipitado se lavaba cuidadosamente para eliminar las sales restantes.

También se utilizaron otras sales de hierro (cloruro de hierro, nitrato de hierro o acetato de hierro) para fabricar el pigmento. Se produjo un pigmento marrón amarillento por la precipitación de sales de hierro y álcali. Se añadió alumbre al sulfato de hierro para producir un pigmento amarillo claro. “Marte” era una palabra reconocida internacionalmente para el hierro. El nombre Marte se deriva del dios de la guerra, cuyo metal es el hierro. El nombre “Amarillo marte / Mars Yellow” y los colores que se derivaron de este nombre surgieron en el siglo XVIII como una traducción literal del latín crocus martius (o martes crocus). Martis se refiere a Marte y al antiguo nombre alquímico del hierro.

Los pigmentos sintéticos de óxido de hierro rojo (PR101) y amarillo (PY42) son refinamientos de los óxidos de hierro naturales (ver PBr7, arriba), aparentemente fabricados por primera vez por alquimistas pero no utilizados en materiales artísticos hasta el siglo XVII y no fabricados en grandes cantidades hasta el siglo XVIII.

El amarillo mars es uno de los pigmentos Mars desarrollado durante el siglo XVIII y fabricado por la precipitación acuosa de sales de hierro. El amarillo Mars ( o Amarillo Marte), de hecho, es el primer pigmento producido por este proceso, que luego se tuesta más para producir los otros colores de Marte: naranja, marrón, rojo y violeta.

A diferencia de otros óxidos e hidróxidos de hierro sintéticos anteriores, los pigmentos mars son más puros y de grano muy fino, conservan un alto poder colorante incluso al paso del tiempo y su exposición al medio ambiente. El amarillo de Marte es un tono amarillo-marrón similar al mostaza. Podría aclararse a un amarillo pálido mezclando la materia prima de sulfato de hierro con alumbre antes de precipitar el óxido de hierro.

El rojo de Marte se introdujo como un color de óxido de hierro sintético durante el siglo XVIII.

Su proceso de elaboración comenzaba con amarillo marte y luego se tostaba para producir un color rojo de varias tonalidades desde el rojizo hasta el carmesí intenso. Salter escribe en la publicación Chromatography de Field (1869) que el rojo Mars posee “la riqueza y profundidad del rojo indio, se distingue por el tono anaranjado rojizo o rojo claro”.

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