Estamos en el mes rosa, en el mes de sensibilización sobre el cáncer de mama, a propósito del 19 de octubre, cuando se conmemora el Día Internacional de Lucha contra esta enfermedad.

Y en este contexto, te pregunto ¿sabías que 1 de cada 8 mujeres va a tener cáncer de mama? Cuando la Dra. Cynthia Villarreal, directora de oncología médica del Centro de Cáncer de Mama del Hospital TecSalud del ITESM, me compartió esta estadística, se me enchinó la piel. “Esto quiere decir que cualquiera de nosotros vamos a tener contacto con el cáncer de mama, ya sea como pacientes, como familiares o amigos, por lo que es muy importante tener la información acerca de este cáncer”, me dijo. Creo que nunca lo había sentido tan latente.

Según datos de las Estadísticas de Defunciones Registradas (EDR), para 2022 el cáncer de mama representó 9.0% (7,888 casos) del total de muertes por tumores malignos en personas mayores de 20 años en México (87,880 casos). La buena noticia, como señala la también fundadora y socia de la asociación civil de Médicos e Investigadores en la Lucha contra el Cáncer de Mama (MILC), es que a pesar de los datos alarmantes, es que las cosas están cambiando.

Anteriormente una gran proporción de pacientes que tenían cáncer de mama fallecían por la enfermedad, pero hoy en día conforme más avances y más detección, la probabilidad de curarse es mayor.

Hoy, por ejemplo, 64% de mujeres que presentan cáncer de mama son diagnosticadas en estadios II y III, mientras que 7% son diagnosticadas en estadio IV de la enfermedad. Pero no por eso debemos de bajar la guardia, al contrario, debemos de insistir sobre la importancia de la detección.

Enfatizar que cuando una paciente es diagnosticada en etapa temprana su pronóstico de sobrevida será más alentador. Es claro que el diagnóstico de cáncer de mama cambia radicalmente la vida de quienes lo padecen. A nivel físico, puede implicar cirugías, tratamientos como la quimioterapia o radioterapia, y en muchos casos, la mastectomía. Estos procedimientos, aunque salvadores, afectan profundamente la calidad de vida y la autoestima de las personas.Pero otro punto, que no podemos dejar de lado, son los costos asociados con el tratamiento, las medicinas y las consultas médicas.

A esto se suma la pérdida de ingresos cuando la paciente, o sus familiares cercanos, deben dejar de trabajar para dedicarse al tratamiento y cuidado. En muchos casos, las personas se ven forzadas a endeudarse, lo que genera un círculo vicioso de estrés financiero que impacta negativamente en la recuperación.

La falta de acceso a un seguro médico adecuado solo agrava la situación de vulnerabilidad de las familias afectadas. Contar con mecanismos de protección económica y seguros de salud es una prioridad, ya que estos pueden marcar la diferencia entre un proceso llevadero y una crisis económica.

En fin, si de acuerdo a la estadística, cualquiera de nosotros tenemos la probabilidad de tener contacto con el cáncer de mama, directa o indirectamente, fomentemos y sensibilicemos sobre la detección temprana, podemos estar salvando vidas.

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