Tener finanzas sanas, como individuo o negocio, es clave para lograr un mayor crecimiento profesional o económico. Hoy quiero abordar, aprovechando el contexto del regreso a clases, el caso de las escuelas particulares.
Me topé con que los colegios y universidades en México sufren graves afectaciones en su salud financiera, a causa de morosidad en las colegiaturas. Estos retrasos llegan a alcanzar hasta al 95% de estas instituciones, de acuerdo con Mattilda, startup mexicana especializada en soluciones SaaS (Software as a Service) de gestión de cobranza.
Y si ese dato me dejó sorprendida, también lo hizo el que únicamente 70% de las colegiaturas son pagadas en tiempo y forma, mientras el resto se recuperan poco a poco o, incluso, se pierden.
José Agote, cofundador y CEO de Mattilda, me explicó que en México alrededor del 20% de las colegiaturas que no se pagan a tiempo se pueden recuperar durante los siguientes meses del ciclo escolar, pero entre 3% y 5% se vuelven incobrables. Y esto evidentemente impacta negativamente en las finanzas de las escuelas, en sus proyectos de infraestructura, crecimiento de matrícula, capital de trabajo, remodelaciones, capacitación de profesores y administrativos, compra de equipo y adquisición de recursos tecnológicos.
La salud financiera de cualquier negocio, incluidas las escuelas particulares, se centra en cuatro factores: tener la capacidad para gestionar ingresos y controlar gastos; tener la liquidez necesaria para pagar las facturas de cada mes y hacer frente a imprevistos; tener un nivel de deuda sostenible y contar con capital para hacer una planificación a largo plazo.
De ahí nace la idea de crear Mattilda, que es una plataforma que automatiza y gestiona la cobranza de los colegios, pues en México muchos de ellos llevan procedimientos manuales que absorben además varias horas al área administrativa o de cobranza. Con Mattilda, de acuerdo con sus fundadores, pueden ahorrar hasta el 70% del tiempo destinado a tareas administrativas y de contabilidad, y disminuir hasta 50% la morosidad.
Otro de sus productos que me parece muy relevante es el financiamiento para escuelas, en México el crédito para las instituciones educativas es limitado, debido a que las entidades financieras tradicionales, como los bancos, las consideran un sector volátil.
Las escuelas con finanzas sanas, es decir, que lleven un buen control de sus ingresos, gastos operativos y deuda, podrían invertir al año aproximadamente 10% de sus utilidades en tecnología e infraestructura, lo cual ayudaría a brindar un mejor servicio y a abonar a una mejor educación.
La visión de esta startup es transformar la gestión administrativa y financiera de las escuelas particulares en México y América Latina (ya que ya están presentes en Colombia y Ecuador) para que puedan enfocarse en lo realmente importante: brindar una educación de calidad a sus alumnos.
¡Feliz regreso a clases!
lucyquiroga@finanzasentacones.com.mx / @finanzasentacon