¿Has escuchado hablar del minimalismo financiero? El minimalismo es una tendencia que se caracteriza por la simplicidad y la reducción a lo esencial, así que aplicado en las finanzas personales, se ha acuñado este concepto al hecho de reducir gastos superfluos, simplificar la gestión de nuestras finanzas y priorizar el ahorro y la inversión.
El minimalismo financiero es una filosofía que promueve la simplificación de nuestras finanzas personales, enfocándose en lo esencial para alcanzar una vida más plena y libre de cargas económicas innecesarias.
En México, esta tendencia ha ganado relevancia en los últimos años, especialmente en el contexto económico actual.
En este cierre de año me parece muy relevante la oportunidad de reflexionar sobre muchos aspectos de nuestra vida, pero, por supuesto, al respecto de lo relacionado con nuestras finanzas.
¿Cómo gestionamos el dinero este año que termina? ¿Padecimos cuesta de enero, sufrimos al final de las quincenas, nos endeudamos de más, compramos cosas que no necesitábamos?
Si respondiste que sí a alguna de estas cuestiones, es probable que necesites hacer algo para cambiar esa realidad.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el consumo privado en México ha mostrado una desaceleración notable desde el 2023, por diversos factores.
Esta desaceleración, sea cual sea el origen, refleja una mayor cautela por parte de los mexicanos en sus hábitos de gasto, lo que puede verse como una oportunidad para adoptar prácticas de minimalismo financiero y mejorar la salud financiera de las personas.
Al enfocarnos en lo esencial y eliminar el exceso, no sólo optimizamos nuestros recursos económicos, sino que también promovemos una cultura de consumo más consciente y sostenible.
Y es que, por ejemplo, al eliminar gastos innecesarios, se libera una parte significativa del ingreso que puede destinarse al ahorro.
Un aspecto que es muy relevante, es que una gestión financiera simplificada puede disminuir la ansiedad y el estrés relacionado con las deudas y las obligaciones económicas, mejorando la salud mental y la calidad de vida.
Y, al priorizar lo esencial y evitar el consumismo, se facilita la acumulación de recursos que permiten alcanzar metas financieras a largo plazo.
Un buen propósito de año nuevo: antes de realizar una compra, reflexionar sobre su necesidad y utilidad a largo plazo. Ojo, esto no implica estar siempre con privaciones, sino erradicar la idea de que acumular bienes materiales nos hará felices.
Adoptar esta filosofía quizá puede ayudar a lograr estabilidad y bienestar financiero en 2025. La mejor decisión está en tus manos, ¡te deseo un feliz y próspero año!