El endeudamiento es una realidad que afecta a una parte significativa de la población en México, generando una carga financiera y emocional considerable. No por nada, la liquidación de deudas en tarjetas de crédito es, para muchas personas, uno de los principales objetivos financieros al iniciar un nuevo año.
Según la Encuesta Nacional sobre las Finanzas de los Hogares (ENFIH) 2019 del Inegi, el 60.2% de los hogares con deudas las han contraído a través de tarjetas de crédito. Mientras que el promedio de deuda en tarjetas de crédito es de aproximadamente 30 mil pesos por persona. Una carga financiera que puede impactar en el bienestar general de la gente.
Una estrategia efectiva para manejar este tipo de deudas es la consolidación de deudas. Un método que consiste en tramitar un crédito con una tasa de interés más baja para unificar y pagar deudas más costosas, principalmente las derivadas de tarjetas de crédito.
Según Kardmatch, la plataforma digital que realiza reseñas de productos financieros en México, esta estrategia puede reducir hasta 50% la tasa de interés promedio, lo que representa un alivio significativo para las personas.
Al realizar este movimiento, no solo se pagan menos intereses, sino que también se puede elegir un plazo mayor de hasta 36 meses, lo que reduce el monto mensual destinado a las deudas. Esto trae mayor liquidez y certidumbre para el usuario, reduciendo así el estrés financiero.
En México, existen diversas instituciones financieras que ofrecen productos diseñados para la consolidación de deudas, como Claire, Yotepresto, Prestadero, Diggit y La Tasa. Estas opciones abarcan desde créditos bancarios tradicionales hasta esquemas de préstamos colectivos.
Para aquellos usuarios de tarjetas de crédito que deseen implementar una estrategia de consolidación de deudas, Kardmatch sugiere tener en cuenta tres cosas principales.
En primer lugar, esta estrategia se recomienda para aquellos que están pagando una tasa de interés superior al 30% en sus tarjetas de crédito. De lo contrario, es posible que los ahorros no sean significativos. Esta opción es ideal para personas con buen historial crediticio que aún no han incumplido con sus pagos pero que sienten incomodidad por los saldos pendientes en sus tarjetas.
En segundo lugar, si se tienen deudas o saldos a meses sin intereses, no es recomendable consolidarlos, ya que actualmente no está incurriendo en gastos por intereses.
Y como último punto, es necesario priorizar el uso de efectivo o tarjeta de débito durante el proceso de liquidación de las deudas.
Implementar estrategias como la consolidación de deudas no solo facilita la gestión de las obligaciones financieras, sino que también contribuye a mejorar el bienestar económico y emocional de las personas, brindando una ruta hacia la estabilidad financiera.
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