En la columna pasada te conté acerca del método de Panofsky y cómo éste sirve para analizar imágenes de la vida cotidiana y obras de arte. Esta semana seguiremos analizando los tres niveles de este método y su aplicación usando dos ejemplos.

Recordemos que el método del historiador se basa en tres niveles: nivel primario, secundario e iconográfico. El segundo nivel busca estudiar la temática de los elementos de la obra, en este análisis comparado con el primer nivel, se utilizará la información con la que se cuenta acerca de las imágenes, información que tal vez se conozca por experiencias o por el contexto histórico cultural en el que se vive.

Retomando el ejemplo de La piedad, ¿qué sabemos de esta escultura? A primera instancia se ven dos figuras, reconocemos por la tradición católica que las figuras corresponden a la Virgen María y a su hijo Jesús. Estas dos figuras muestran uno de los eventos más importantes para la religión católica, la crucifixión de Jesús. El momento en que bajan a Jesús de la cruz y María toma en brazos a su hijo sin vida, un momento desgarrador que se convirtió en un símbolo. ¿Por qué podemos identificar tan fácil a las figuras? Dentro de la historia del arte existen ciertas reglas que permean para la representación de ciertas figuras o eventos, desde siglos anteriores al del de Miguel Ángel ya existía una manera plástica de cómo se tenía que representar a estas dos figuras, es por esta razón que podemos identificarlas. Sin embargo, esta obra no sigue completamente la tradición que se estipulaba, ya que la regla decía que se debía mostrar a una madre doliente, atormentada, arrepentida y anciana. Las expresiones faciales de la Virgen y Dios son completamente diferentes a como dictaba la tradición, ya que el sufrimiento no se muestra en sus rostros de forma evidente, la belleza de éstos transmite paz y tranquilidad, Miguel Ángel hizo su propio lenguaje para mostrar ese sufrimiento, a través de su manejo de los contrastes de luces y sombras. Esta escultura, más allá de su gran belleza, simboliza una evolución del concepto y de la iconografía que se conocía a este momento, es por esto que esta pieza en particular es una de las más importantes dentro de la historia del arte.

A la par intentaré aplicar este mismo nivel al logo del café Starbucks. En este logo podemos ver a una sirena de dos colas, pero ¿por qué una sirena? Uno de los elementos que la marca quería representar a través de su logo, era el sentido aventurero de los primeros comerciantes de café que se transportaban en barcos. Resulta curioso la elección de la figura mitológica, ya que por excelencia esta significa atracción, esto deviene de la tradición de los mitos que explican que las sirenas buscaban atraer a los hombres, a través de sus bellos atributos y de su voz encantadora. Otro aspecto interesante es el color del logo, el verde se asocia usualmente con la frescura y naturaleza, asimismo evoca sensaciones como seguridad y equilibrio.

En la siguiente columna seguiremos analizando estos tres niveles de representación de las imágenes, a través de estos dos ejemplos, pero ¿tú crees que la elección de los elementos que constituyen las imágenes es puro azar?

*Lic. en Historia del Arte y Curaduría

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