Por primera vez, en la historia de México, dos mujeres se perfilan como las candidatas más fuertes a la presidencia de la República: Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum.

Esta "novedad", es resultado de la incansable lucha feminista por los derechos político-electorales de las mujeres. Sin embargo, la posibilidad de esta contienda no debe distraernos de cuestionar a las candidatas (a Claudia, Xóchitl y a todas las que tengan aspiraciones) sobre las acciones concretas que implementarán en favor de las mujeres y niñas de México.

Desafortunadamente, esto es necesario debido a las constantes denostaciones y descalificaciones en contra del movimiento feminista realizadas por el gobernante al que buscan relevar y que a la fecha ha hecho todo por mermar el ejercicio de los derechos de las mujeres, ha ignorado la crisis de feminicidios y ha minimizado la epidemia de violencia y desigualdad que lastima a 7 de cada 10 mujeres en México.

Las candidatas deberán decirnos cómo atenderán la grosera brecha salarial que mantiene a las mujeres ganando veinte por ciento menos que sus compañeros por hacer el mismo trabajo. Nos tendrán que decir cómo atenderán el acceso de las mujeres al trabajo digno y bien remunerado; cuál es su plan para atender la violencia familiar, comunitaria, escolar, laboral e institucional y cómo eliminarán la indiferencia, corrupción e impunidad que dominan el servicio público y que impactan de manera diferenciada en las mujeres.

Nos deberán decir cómo garantizarán el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos para acceder a la interrupción legal del embarazo en las clínicas y hospitales públicos y qué programas implementarán para conciliar el trabajo con las responsabilidades familiares.

Mi voto será (como espero sea el de muchas de mis compañeras), por quien presente una agenda con un verdadero enfoque feminista, que cumpla los compromisos adquiridos por el Estado Mexicano al suscribir los tratados internacionales en materia de derechos humanos de mujeres e infancias.

Mi voto será para quien haga de la igualdad sustantiva el eje de sus acciones, para quien garantice el derecho a una vida libre de violencia e incorpore la educación sexual integral en los planes de estudio como parte de una verdadera reforma educativa con perspectiva de género feminista.

Mi voto será para quien atienda la trata y explotación sexual de mujeres y niñas; para quien asigne presupuesto y construya refugios, casas de acogida y centros de justicia para mujeres; para quien erradique prácticas perniciosas de asistencialismo "con aroma de mujer" y para quien conciba su gobierno desde el principio de paridad sustantiva. Mi voto será para la que viva lo que predica y no sólo haga discursos de dientes para afuera. Será para la que se haya plantado firme en pro de las mujeres y no se haya dejado doblegar por los hombres de su partido.

En 2024, mi voto será para la más congruente y la sorora. Ojalá sí haya por quién votar.


Titular de Aliadas Incidencia Estratégica e integrante de la Red Nacional de Alertistas.

Twitter: @mcruzocampo

FB: maricruz.ocampo

Google News

TEMAS RELACIONADOS