El Amparo en Revisión 554/2013, es de las pocas sentencias de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que tiene nombre: Mariana Lima Buendía. Esta sentencia, que marca un parteaguas en la protección y garantía de los derechos humanos de las mujeres, está cerca de cumplir 10 años.

La sentencia del caso Mariana Lima Buendía, que tuvo como Ponente al Ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y como Secretaria a Karla Quintana Osuna (una de las más grandes juristas mexicanas) obliga a todas las autoridades ministeriales a implementar protocolos de actuación, a realizar todas las diligencias necesarias y a conducir la investigación de las muertes violentas de mujeres con perspectiva de género. Para ello las autoridades deben realizar pruebas específicas para determinar si hubo violencia sexual, realizar todas las periciales pertinentes para determinar si la víctima vivía en un contexto de violencia y determinar si existían razones de género que llevaron al agresor a privarla de la vida. La sentencia también obliga a las autoridades a garantizar la reparación integral del daño a las familias de las mujeres asesinadas y a impulsar un cambio cultural en pro de la eliminación de la violencia feminicida que azota a todo el territorio nacional.

La sentencia es resultado de la lucha tenaz de Irinea Buendía Cortez, madre de Mariana, hoy reconocida a nivel nacional e internacional por su lucha para llevar ante la justicia al feminicida de su hija.

Desde el momento en que supo que Mariana había muerto, el 28 de junio de 2010, Irinea inició una larga batalla en contra de las autoridades del Estado de México. De esa lucha surge la famosa sentencia (que hoy lleva sus nombres) en la que la Corte ordenó reabrir el caso de Mariana, que había sido clasificado como suicidio, para que fuera investigado como feminicidio. La detención de Julio César Hernández Ballinas, esposo de Mariana, el 23 de junio de 2016, tardó en llegar. Finalmente, el 13 de octubre de 2023 fue sentenciado a 70 años de prisión.

Hace algunos años, cuando tuve la oportunidad de conocer a Irinea personalmente, no podía imaginar el tremendo impacto que eso tendría en mi vida. Hablar con ella es una revelación. Escuchar de su boca la historia de Mariana te eriza la piel. Verla pararse erguida frente al personal de los juzgados, las fiscalías, la policía investigadora del delito y los servicios periciales, a los que con toda dignidad y conocimiento señala su incompetencia, es impactante.

Irinea vio trastocada su vida por la violencia feminicida que arrebata la vida de 11 mexicanas todos los días. A raíz del feminicidio de Mariana, se convirtió en defensora de los derechos de las mujeres y niñas, y es un referente de la lucha feminista en México. Su labor constante busca justicia para miles de familias de mujeres víctimas de feminicidio en nuestro país.

Irinea las representa a ellas.

Irinea nos representa a todas.

¡Mariana Lima Vive!

Titular de Aliadas Incidencia Estratégica e integrante de la Red Nacional de Alertistas.

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