La semana pasada la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo reveló los primeros nombres de las personas que integrarán su gabinete. Las designaciones de Marcelo Ebrard en Economía, Juan Ramón de la Fuente en Relaciones Exteriores y Julio Berdegué en Agricultura fueron acompañadas de tres mujeres de probada trayectoria, Alicia Bárcenas en Medio Ambiente, Ernestina Godoy en la Consejería Jurídica y Rosaura Ruíz en la nueva Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación.

Todas ellas son personas con una preparación académica extensa y reconocida labor en sus áreas de trabajo. Estos nombramientos, junto con el de Rogelio Ramírez de la O al frente de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público de México, fueron recibidos con el beneplácito y alivio de los medios, empresarios y comunidad científica.

Por ejemplo, un amigo cercano que labora en el Instituto de Neurobiología de UNAM, opinó que el nombramiento de la Dra. Ruíz "es una buena señal para la comunidad científica porque refleja una visión completamente diferente del valor que representa la ciencia en el México de hoy y ofrece una visión más equilibrada del impacto de la educación superior en el desarrollo del país."

Si los futuros nombramientos siguen la misma línea, se abre un rayo de esperanza para el avance de los derechos humanos y la erradicación de la violencia contra las mujeres.

Confío en que Sheinbaum elegirá, con el mismo rigor que hasta ahora, a quien dirigirá la Secretaría de Gobernación; a la responsable de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres y a la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres. Todas ellas deben ser mujeres feministas que realmente conozcan la realidad de las niñas y mujeres mexicanas para crear verdaderas oportunidades que permitan cerrar las brechas de desigualdad entre mujeres y hombres que tanto lastiman.

Basta de entregar las dependencias dedicadas a las mujeres como premios de consolación a la lealtad política. Eso debe quedar en el pasado. Utilizar a estas dependencias para cumplir los compromisos adquiridos en la campaña ha hecho mucho daño y ha ralentizado el avance de las mujeres de México.

Activistas y organizaciones feministas hemos decidido apoyar el proyecto de nación que propone la Dra. Sheinbaum, y arroparla por la gran relevancia simbólica que le confiere el ser la primera mujer que dirige a la Nación.

Nuestras expectativas son altas y nuestras exigencias muchas. La doctora Sheinbaum contará con nosotras sólo si sus acciones son congruentes y las necesidades de las mujeres se atienden, de manera transversal y con perspectiva feminista, en todos los programas, planes, políticas y proyectos del nuevo gobierno.

Con la inclusión de mujeres feministas en su gabinete, Claudia Sheinbaum enviaría una señal positiva a las mujeres de México.

Titular de Aliadas Incidencia Estratégica e integrante de la Red Nacional de Alertistas.

Twitter: @mcruzocampo

FB: maricruz.ocampo

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