La historia de este personaje no es, precisamente, la del pastorcito que llegó a la Presidencia de la República; no, pero sí encarna la de un malicioso payaso que, gracias a sus penosas actuaciones, llegó a ser nefasto gobernador —aunque opositores insisten en que ha sido “el peor de la historia de Veracruz”, ¡y vaya que ha habido pillos y mediocres!—, y, como consecuencia de su notable zalamería —no de buenos resultados—, ahora lo han convertido en el nuevo titular del Centro Nacional de Control del Gas Natural (Cenagas).
Se trata del premiado Cuitláhuac García Jiménez, quien es conocido por su desastroso gobierno y, también, sus interpretaciones como el “Payaso Cuicaras”, que entonces divertían al demagogo de Macuspana.
Su presunto intelecto sobresaliente permanece como un secreto tan bien guardado que pocos, pero realmente muy pocos, han llegado a conocer.
De hecho, según Sheinbaum, “poca gente conoce que Cuitláhuac es un ingeniero mecánico electricista por la Universidad Veracruzana, muy buen ingeniero. Él estaba estudiando su doctorado fuera, y tomó la decisión —en el 2006, si no me equivoco— de dejar el doctorado para venir a luchar por la transformación de México, pero es un hombre, además de honesto y consecuente (sic) —parte del movimiento de transformación— con muchos conocimientos técnicos sobre electricidad, pero también en general sobre energía (recontra sic). Entonces, él nos va a ayudar a coordinar todos los trabajos que tienen que ver con producción, consumo, distribución de gas natural en Cenagas”.
Lo que sí se conoce es la mala reputación que arrastra y que ha sido reflejada por prensa estatal y nacional, misma que ha dado cuenta de incapacidad, promesas incumplidas, persecuciones políticas, dislates y tonterías que ha sumado al anecdotario del país.
Durante su sexenio, Veracruz fue víctima de sus fracasos en cuanto a seguridad, salud, obra pública, economía, empleo y educación —por citar sólo algunos de los múltiples fiascos—, además de su descarada intromisión electoral. Incluso, también ha sido señalado por nepotismo y corrupción, debido a irregularidades en el manejo de recursos públicos.
De hecho, en noviembre de 2024, le entregaron un reconocimiento: “Por haber obtenido el primer lugar nacional en secuestros, segundo lugar nacional en extorsión, tercer lugar en robo con violencia, séptimo estado con mayor incidencia delictiva en el país, sexto lugar en delitos contra la vida, cuarto lugar nacional en feminicidios, lugar 10 en trata de personas, lugar 6 en número de personas desaparecidas y 2 alertas de género sin atender para el Estado de Veracruz”. Y el aludido, como marca el guión morenista y le enseñaron, atribuyó todo a gobiernos anteriores.
Su nombramiento ha generado críticas de quienes conocen la biografía del desacreditado García Jiménez, “El Cui”, aunque saben que para que haya espectáculo tiene que haber payasos. No obstante, temen que, como al gobierno veracruzano, se lo cargue el payaso, y tienen razones para ello.
Saludos.