Los éxitos deportivos que le valieron reconocimiento a la entonces atleta Ana Gabriela Guevara han quedado de lado ante sus repetidos fracasos al frente de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), como una extensión de los desatinos de la transformación de cuarta.
Han sido más que sonadas las desafortunadas declaraciones de Ana Guevara, a pesar de haber sido sostenida por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien inventó una campaña de desprestigio que sólo existe en su imaginación.
Siguiendo el estilo lopezobradorista, de ofender y acusar en lugar de argumentar con seriedad, la titular de la Conade calificó a las nadadoras como “mentirosas y deudoras”. Y aún más, seguramente será recordada por haber puesto el tema de los calzones en el centro de las discusiones. Dijo: “Por mí, que vendan calzones” y, posteriormente, completó:
“Si tienen conflicto con los calzones, pues que se los quiten”. Y todo esto porque ellas tuvieron que vender trajes de baño y toallas estampadas para obtener recursos para las competencias, ante la falta de apoyo oficial.
Habrá que destacar, también, el apoyo de la Fundación Telmex para asistir a la Copa del Mundo. Al respecto, el presidente López Obrador manifestó: “…y si las apoyó el yerno de Carlos Slim, qué bueno, pero han hecho todo un escándalo”. No obstante, y muy a su pesar, tuvo que darle un enternecido y sui generis coscorrón: “Desde luego no hay que caer en ninguna provocación, porque lo que quieren nuestros adversarios y su prensa vendida de corruptos es que nosotros contestemos mal, que es el caso de la directora del deporte Anita Guevara, que les hace el caldo gordo”.
En tanto, las nadadoras regresaron de Egipto con tres medallas de oro y una de bronce, callándole la boca a Anita. Y, por si fuera poco, un juez le ordenó continuar la entrega de becas a la selección nacional de natación artística.
Y las nadadoras siguen ganado medallas, a pesar de Ana y su Conade.
La ex atleta va de rabietas y tropiezos hasta escándalos, lo mismo se pelea con la clavadista Paola Espinosa que mantiene desencuentros con la multicampeona raquetbolista Paola Longoria, mientras apoya al acusado de peculado Kiril Todorov, como presidente de la Federación Mexicana de Natación, y ofrece pésimos resultados en varias disciplinas y competencias.
Es incuestionable la falta de apoyo a deportistas, así como múltiples cuestionamientos a la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte. No es casual que recientemente la diputada panista María Elena Pérez, interpusiera 56 denuncias contra Ana Guevara por presunto desvío de 500 millones de pesos.
Por cierto, Jahir Ocampo, clavadista olímpico mexicano, campeón centroamericano, panamericano, medallista mundial y en copas del mundo y series mundiales, seleccionado para el mundial en Fukoka, Japón, rifará su carro porque —asegura— “no tengo el apoyo económico para poder llegar al campeonato del mundo”. ¿Será parte de otra campaña de desprestigio? ¿O habrá algún responsable de la transformación de cuarta?