La estrategia oficialista incluye la destrucción de instituciones pretextando cualquier patraña (organismos autónomos), pero también la captura de otras mostrando una falsa imparcialidad e independencia de perfiles promorenistas y aquí encontramos, al parecer, también a la primera mujer consejera presidenta del Instituto Nacional Electoral (INE), Guadalupe Taddei Zavala, quien acumula interrogantes sobre sus intereses y desempeño.

Esta última llegó al cargo por insaculación. Recordemos que el Comité Técnico de Evaluación integró una quinteta con cuatro de cinco perfiles vinculados a Morena. La sucesora de Lorenzo Córdova fue reconocida por su trayectoria como funcionaria electoral y sus vínculos con el morenismo. De hecho, López Obrador aseguró: “es honesta (…) examinada por una comisión y por si fuera poco fue producto de un sorteo”. Sólo le faltó decir que se trataba de uno cargado.

En los días de su nombramiento se publicó la relación de su familia con el morenismo. Prima del delegado de la Secretaría del Bienestar en Sonora, Jorge Luis Taddei Bringas, y tía de Pablo Daniel Taddei, designado como director de la empresa estatal Litio por México (LitioMX). Asimismo, la hermana de Pablo Daniel, Ivana Celeste Taddei Arriola, era diputada local en Sonora por Morena. Además, se dio a conocer como familiar de Luis Rogelio Piñeda Taddei, director general del Centro de Investigaciones Parlamentarias del congreso sonorense; de León Fernando Piñeda, secretario escribiente en el Tribunal de Justicia Administrativa local; y de Jorge Francisco Piñeda Taddei, encargado de la nómina del Instituto de Becas y Crédito Educativo de Sonora.

No obstante, cuando fue nombrada, manifestó ser de familia multicolor, “no de Morena”.

Su llegada fue aplaudida por el lopezobradorismo que se convirtió en defensor de la misma. Así el afán oficialista por el control electoral, como en los peores tiempos priistas de los que Manuel Bartlett —ahora morenista protegido— fue protagonista.

Amor con amor se paga, aun con escándalo. El nepotismo también llegó con Luis Rogelio Piñeda Taddei, su hijo, quien fue contratado -con buen sueldo y sin cumplir los requisitos exigidos-, en la ponencia de la ministra morenista Jazmín Esquivel; de quien, se presume, será candidata a ministra en un nuevo proceso electoral. Esta contratación ocurrió cuando estaba en discusión la reforma electoral y la asignación de espacios legislativos por parte del INE -según reveló Sandra Romandía, de Emeequis-, donde a Morena se le concedió sobrerrepresentación. Esta periodista subrayó, también, que a pesar de que hayan borrado la información, se trata del hijo de quien será árbitro electoral de la elección de jueces, magistrados y ministros.

¿Irregularidad?, ¿Contubernio?, ¿Conflicto de interés?

Ahora el morenismo facilita el control interno a la recíproca Guadalupe Taddei, luego de las resistencias internas para la imposición de su grupo.

En contra de las manifestaciones públicas de defensa democrática, el INE sí se toca - ¡y se trastoca! -, y Taddei suma interrogantes.

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