Ahora que está tan de moda la segunda parte de la película Intensamente, la red se inundó de memes de las nuevas emociones que aún faltaría por ver, aparte de las que se añadieron como; ansiedad, envidia, aburrimiento y vergüenza. Definitivamente no podía faltar el meme viajero con la leyenda, “nueva emoción: hola, soy ganas de viajar”. Y es que yo les diría que no hace falta aumentarlo, pues indudablemente al momento de viajar, podríamos, más bien, deshacernos de algunas emociones que no son tan buenas para la salud, pues a pesar del poco estrés que podríamos tener al planearlo, ganan la gran cantidad de beneficios.

Hagamos un recorrido por todo lo que nos produce esa “nueva emoción” ganas de viajar. Para iniciar podríamos empezar con una gran alegría al momento de confirmar el destino al que nos queremos dirigir, ese viaje soñado que quizá tardamos mucho tiempo en obtener y que por fin llega. Indudablemente no es una pastilla mágica para todos nuestros males, sin embargo, según la ciencia, es una de las más grandes fuentes de cambio, bienestar y crecimiento. Precisamente, algunos estudios revelan que viajar puede ayudar a combatir el estrés, la depresión y la ansiedad, ya que cuando viajamos estamos centrados en el presente y generamos dopamina o como comúnmente se conoce “la hormona de la felicidad”, que se libera al enfrentarnos a nuevas experiencias.

Según el Grupo de estudio de Conducta de la Sociedad Española de Neurología, realizar esta actividad por lo menos una vez al año, fortalece tu encéfalo, esa parte del cerebro que se encarga de almacenar las nuevas experiencias, aprender otros idiomas y nuevas culturas, con ello se aumentan las conexiones neuronales además de que refuerza nuestra memoria.

Y si, durante el viaje podríamos experimentar aparte de alegría, otras emociones, que no podemos quitarnos de encima, porque son parte de nosotros, y también parte de las nuevas vivencias. Una de ellas es el miedo, quizá no es ese terror que nos paraliza, pero si pudiésemos experimentarlo, por ejemplo, cuando no te gusta viajar en avión, si no toleras mucho las alturas o cuando te enfrentas al agente de migración si visitas otro país, vaya, pero no algo que no se pueda controlar, además de que al enfrentar tus miedos cada vez que viajas, avanzas un paso más en superarlos. Por otro lado, podríamos enfrentarnos al asco, por qué no, cuando no nos gusta algún alimento o cuando nos atrevemos a probar alguno que otro, como alacranes, bichos o otros tipos de carne no tan conocidos. Algunos viajeros experimentan la ira, sobre todo si la maleta no llega a su destino, se pierde o se retrasa el vuelo. La vergüenza aparece cuando no sabes hablar bien el idioma al país que vas y resulta que no entiendes o no te entienden lo que dices, bueno, al menos, eso me ha dado un poco de pena. Aburrimiento en definitiva creo que no la he experimentado en un viaje, y la tristeza en definitiva llega cuando se nos acaba el 20.

Queridos lectores, no experimenten la envidia, agenden su viaje antes de que este sentimiento los invada, yo siempre he creído que opciones y posibilidades hay muchas, no hace falta ser millonario para viajar, solo hacen falta ganas y esas ya las tenemos. ¿Cierto? ¿Cuál es su siguiente viaje?

*Periodista y conductora

Premio Internacional de Periodismo Turístico 2022

Otorgado por la OMPT

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